Miles de argentinos, entre ellos dirigentes de la oposición, se volcaron el jueves a las calles de las principales ciudades del país a manifestarse contra la presidenta Cristina Fernández, a la que acusan de llevar adelante una gestión autoritaria y corrupta.
En Buenos Aires, la multitud se concentró en el centro para protestar contra el gobierno.
Convocadas a través de las redes sociales, las manifestaciones se realizaron con el apoyo explícito de sectores de la oposición en un año electoral clave.
Como había ocurrido en la multitudinaria protesta del 8 de noviembre pasado, las razones esgrimidas por los manifestantes fueron múltiples, desde el rechazo a las restricciones cambiarias y a la reforma judicial que se aprobó el miércoles en el Senado hasta reclamos por la inflación y en contra de la corrupción.
En las calles, el malestar frente al Gobierno de Fernández se expresó con pancartas y banderas argentinas y también con el batir de cacerolas.
Muchas pancartas mencionaban la propuesta de reforma del sistema judicial que permitiría que el Consejo de la Magistratura –que elige y destituye jueces– fuese un órgano electo, algo que ha sido criticado por la oposición como una «politización» de la justicia.
Pero también se vieron quejas contra la inseguridad, la alta inflación y la corrupción.
La novedad de esta protesta contra el gobierno de Cristina Fernández fue que esta vez diversos dirigentes de la oposición le dieron apoyo activo a las movilizaciones.
“Más dirigentes, menos gente”, era el comentario en la Casa de Gobierno según el diario oficialista Página/12.
Los argentinos en el exterior también realizaron protestas en Australia, Japón, Europa y en Estados Unidos.
Preocupación
El corresponsal de BBC Mundo en Argentina, Vladimir Hernández, dice que la protesta probablemente sea vista con preocupación por el gobierno, ya que Argentina tiene elecciones legislativas en pocos meses, consideradas cruciales para la continuidad de la mayoría oficialista en el Congreso.
Algunos analistas en Argentina afirman que se percibe una falta de acción del gobierno frente a temas como la inseguridad, la corrupción y la inflación, lo que ya podría haberle costado algunos votos, añade Hernández.
Hasta el momento no ha habido reacción del gobierno a las protestas.
La mandataria dejó el país el jueves para asistir en Perú a cumbre extraordinaria de jefes de Estado de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), convocada para analizar la situación de Venezuela tras las elecciones del domingo en las que Nicolás Maduro fue elegido presidente por un estrecho margen.(BBC)