Este jueves 11 de abril, un grupo de niños, jóvenes y adultos salieron desde la capital de nuestro país, con el único motivo de «correr plantando», por el territorio nacional una semilla de luz, la que cada uno de nosotros tenemos en nuestro interior y muchas veces no dejamos alumbrar. Con el fin de «despertar conciencia» y mostrar a la gente que se puede vivir en armonía, solidariamente y sin olvidar las raíces que dejaron nuestros ancestros, -apegados a la tierra-, respetándola, sin enfermarla, con tanta avaricia, con tantos intereses; y en «Unidad aún en la Diversidad», llegaron a la ciudad de Rosario.
Conversamos con Marcelo Andrada, profesor de Educación Física, coordinador de esta actividad, quien acerca de esta experiencia dijo: «…en primer lugar agradecer a la gente que nos recibió en Rosario, a Néstor Armand Ugón y su gente; lo que estamos haciendo nosotros es una jornada que se llama de Paz y Dignidad, es una invitación de los pueblos originarios a volver a recordar que somos parte de la vida y que si bien tenemos el derecho al disfrute, tenemos la responsabilidad de cuidarla; y esto que hacemos de correr con «BASTONES» (símbolos) de grupos, como el Bastón de nuestra escuela en el Cerro, el Bastón de Uruguay, el Bastón de Colonia, es ofrendar nuestros pasos en agradecimiento porque sigan creciendo los árboles, las huertas, los animales; el crecimiento de todo aquello que nos acompaña …nuestros abuelos nos decían que es necesario cada tanto tiempo ofrendar y agradecer a la vida; agradecer porque el sol sale todos los días y nos regala su luz, agradecer porque la tierra nos da sus frutos para alimentarnos, el aire que respiramos y nos permite la vida, aunque en muchos lugares se está contaminando, agradecer por el agua que sostiene y permite también la vida, entonces decir; que las Jornadas de Paz y Dignidad son eso, una manera de agradecer …nosotros con la escuela 327, de Montevideo, desde el año 2009 estamos corriendo en jornadas, que es una ceremonia bien antigua que se vino a levantar desde el año 1992, cuando Francisco Mello trajo las jornadas a Uruguay y a partir de ahí se levantó el Bastón de Uruguay, bastón encargado de levantar la memoria de las comunidades y los pueblos; porque nuestros gobernadores fueron muy agresivos, destruyeron las comunidades, mataron mucha gente, hicieron que la gente emigrara al Paraguay, al Brasil, y al día de hoy no tenemos comunidades establecidas, pero por suerte hay mucha gente reivindicando su sangre originaria y trabajando en grupos para que esa memoria se vuelva a levantar…
«Hoy la modernidad, el desarrollo ha creado mucho desequilibrio, ha hecho que no sea posible la vida en muchos sitios de la tierra, el propósito de recuperar la memoria es eso, cuidar la vida…»
Acerca de ir despertando conciencia en cada pueblo y sembrar una semilla de luz en cada lugar a través de estas jornadas Andrada manifestó : «…todos llevamos una semilla dentro, la semilla de humano está en todas las razas y en todos los pueblos, eso nos hace iguales, y este es el tiempo de cuidar esa semilla, porque olvidados de eso la gente se mató en guerras, en luchas de poder, por ambicionar más cosas, y nuestros ancestros dicen que este es el tiempo de recordar que esa semilla nos hace iguales; hermanos a todos, es tiempo de cultivar …de reconocernos como lo que somos en nuestra esencia y comenzar a cuidarla esa semilla con responsabilidad a partir de nuestros niños».
