AMSTERDAM.- La reina Beatriz de Holanda, en la víspera de su abdicación y junto a los príncipes herederos Guillermo-Alejandro y Máxima, ofreció hoy una cena de gala en el Rijksmuseum de Amsterdam a miembros de familias reales e invitados especiales para cerrar un reinado de 33 años.
Mientras recibía a sus invitados, las cadenas de televisión holandesas emitieron un mensaje grabado de la monarca en el que se despedía de sus conciudadanos y en el que emocionada, recordó a su esposo, el fallecido príncipe Claus, además de asegurar que su sucesor, Guillermo-Alejandro, «está bien preparado en todos los aspectos».
«Quizás la historia diga que la elección de mi esposo fue mi mejor elección», dijo Beatriz de Orange-Nassau de su marido, de quien resaltó su interés por asuntos como el medioambiente, el desarrollo y la cultura, «todos elementos clave para nuestra sociedad. Nuestros hijos aprendieron los cambios de la sociedad».
Beatriz de Holanda no olvidó en su discurso a Máxima Zorreguieta, desde mañana reina consorte, y de quien valoró su afabilidad, «su gran corazón y sus sentimientos puros», lo que calificó de «bendición» para la familia real.