De la ventana de la sala del CTI pediátrico de Minas, los padres de Federico divisaban a lo lejos a la Virgen del Verdún. La promesa fue la siguiente: si Federico se recuperaba lo iban a traer el próximo 19 de abril en señal de agradecimiento a la virgen.
“Se salvó de milagro”, relato su madre a El Observador antes de comenzar la empinada subida de 360 metros hacia el santuario.
Federico tiene ahora 10 meses y sus cachetes son regordetes. Fue un bebé prematuro que a los 31 días de vida padeció un cuadro de bronquiolitis, el mismo día en que los diarios titularon que los CTI pediátricos de todo el país estaban saturados. Viajaron 4 horas desde Colonia a Minas donde estaba la única cama disponible. Ayer lo llevaron en brazos a los pies de la virgen.
Historias como la de Federico y sus padres se repiten a lo largo del camino hacia la cima. El obispo de Minas, Jaime Fuentes, estimaba ayer que la concurrencia de fieles a la 112º celebración de la Fiesta de la Virgen del Verdún pasaría las 50.000 personas. La cifra de milagros debió ser más alta.