Durante el último año, 42.000 uruguayos salieron de situación de pobreza. Al mismo tiempo, quienes aún mantienen ingresos insuficientes para satisfacer sus necesidades básicas, se encuentran en una mejor situación económica respecto al año anterior. Eso llevó a que la desiguladad registrara un nuevo mínimo en lo que va del siglo.
Según los datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el porcentaje de uruguayos en situación de pobreza pasó de 13,7% a 12,4%. Una persona se considera pobre en Uruguay cuando pertenece a un hogar cuyo ingreso se considera insuficiente para satisfacer las necesidades básicas de sus integrantes. Hoy en día esa población comprende a 419.000 habitantes.
El porcentaje de hogares pobres acumula ocho años consecutivos a la baja. En 2005 esa participación alcanzaba a 36,6% de la población –ese año la encuesta no se realizó para la totalidad del país, sino para las localidades de más de 5.000 habitantes–. Eso implica que durante ese lapso, el porcentaje de hogares pobres se redujo casi a la tercera parte.
En tanto, la indigencia tuvo en los últimos años una tendencia similar a la pobreza. Incluso, en términos relativos, tuvo una caída más pronunciada, de un pico de 4,7% en 2004 a 0,5% en el último año. A diferencia de la pobreza, la indigencia no bajó en 2012 y se mantuvo en el mismo nivel que en el año anterior, cuando un total de 17.000 uruguayos se encuentran en esa condición.
La indigencia se define como las personas que pertenecen a hogares que no solo no poseen ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas en su conjunto, sino incluso, para cubrir los requerimientos mínimos alimenticios de sus miembros.