Uno mas y van… no importa los nombres. Hoy no nos vamos a dedicar al informe -al parte que vendrá de jefatura-, pero si a decirles a Uds., hasta cuando…?
La imágenes son elocuentes, pudo ser una tragedia y no fue. No sólo por los vehículos que participaron del accidente, sino por el entorno, en el marco que se dió, una zona poblada, con incesante movimiento comercial, etc. Ahora yo me pregunto,
Donde están los «cráneos» encargados de diagramar, ordenar y controlar el tránsito, dónde, porque no es la primera, ni será la última vez que suceda un suceso como éste, en un lugar que parece ser tierra de nadie y no parece importar a nadie de aquellos que deberían fiscalizar este tema.
O será que no tienen papá, mamá, abuelos, hijos; no sé, me pregunto como se preguntan las familias vecinas de la Colonia Valdense.
No tocaremos ni ahí hoy el tema de como se accede a una libreta de conducir, control de edades, habilitaciones, pero si decir algo; alguien tiene que tomar cartas en el asunto.
Esto pasó este viernes 24/5/2013, una tremenda colisión, sin consecuencias graves.
Es hora de poner «las barbas en remojo» no sabemos cuales pueden ser los argumentos de aquellos que deciden desde atrás de un escritorio, sin «embarrararse» las zapatillas, para no ponerle un punto final a este tipo de acontecimientos, (señalización adecuada -lomadas, despertadores,etc.-) no sé; lo que sea, porque si bien se habla muchas veces de la irresponsabilidad, la inconciencia de los conductores; también a ello en este caso agreguémosle la inoperancia e ineficiencia, de aquellos que teniendo «las barajas en sus manos», no hacen nada ante cosas -sucesos evitables- acostumbrándonos o haciéndonos sentir que una vida vale menos que 3 o 4 pobres argumentaciones para no buscar la solución.
Esta vuelta, no pasó nada, ya han pasado echos graves, tal vez si alguno de «los pensadores», que se encargan de ésta área tan mediatizada también -publicitariamente- como lo es el Tránsito, tomara los recaudos necesarios, en cuanto a infraestructura y el brindar la posibilidad de un tránsito seguro, no se darian estos siniestros, ni culparíamos tanto a los conductores que también tienen su cuota parte por supuesto. Esta vuelta, Dios quiso, que los protagonistas contaran el cuento. Hasta cuando… si ponemos un poquito cada uno, no le hace mal a ninguno.