En una intervención en el «Día de Uruguay» en la feria internacional china para el comercio de servicios (CIFTIS) que se desarrolla en el norte de Pekín, Mujica instó a la población china a viajar a Uruguay y conocer un país «vacío y sorprendente».
A su juicio, la globalización «impone el conocimiento de la diversidad, de culturas y tradiciones, todas válidas».
Entre los atractivos de Uruguay, recordó, se encuentra el hecho de que cuando China se encuentra en pleno invierno -en el que las temperaturas en el norte del país pueden descender por debajo de los veinte grados bajo cero-, es verano en el país austral y sus «playas son una invitación a la vida».
Mujica también apeló a visitar Uruguay con un argumento muy convincente en China, un país en el que la comida es uno de los pilares más básicos de la cultura: la excelencia de su cocina.
«Tiene la mejor comida del mundo, sin discusión», aseguró el mandatario, quien añadió que, tras probar la carne uruguaya, las comunidades asiáticas ya instaladas en el país latinoamericano han encontrado muy fácil abandonar sus costumbres milenarias y convertirse en fanáticas del asado.
«Es muy difícil encontrar un poema más convincente que la parrilla, un símbolo de la familiaridad», sostuvo Mujica.
«Conozco a parte de algunas colonias asiáticas -algunas vivían en mi barrio- y les puedo asegurar que sus costumbres asiáticas quedaron por el camino cuando entraron a comer carne como se come en el Uruguay», apuntó el presidente.
Según cifras del banco de inversión Rabobank, en el primer trimestre de 2013 las ventas de vacuno uruguayo a China aumentaron un 260 por ciento.
En 2011, Uruguay exportó 11.610 toneladas de carne de res, por valor de 43 millones de dólares, al país asiático, donde la carne preferida es aún la de cerdo, con mucha diferencia respecto al resto.
A juicio de Mujica, «el mundo del futuro debe cultivar la paz, y la paz solo es posible cuando se cultiva la tolerancia en lo diverso».
«Mucho tenemos que aprender los latinoamericanos, y muy en particular los uruguayos, del tesón y el sentido colmenar que tienen los asiáticos», añadió, antes de desear que los asiáticos «tal vez puedan conocer lo que es el derroche de un buen asado en Uruguay». (EFE)