Tenemos que bajar la pelota”. Eso dijeron en las últimas horas algunos referentes del Partido Socialista (PS) a los dirigentes de base que seguían hasta ayer masticando la bronca por la polémica pública que se generó con el presidente José Mujica, a partir de la designación de Alejandro Antonelli como dos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
El secretario general del sector, Yerú Pardiñas, y otras figuras de jerarquía en la interna, como Eduardo Fernández, cruzaron llamados en procura de poner fin al incidente que removió la compleja interna socialista. En la noche del jueves, el presidente Mujica devolvió un llamado a Pardiñas, quien intentaba disculparse con el mandatario por el exabrupto de Daisy Toruné.
La diputada socialista había transmitido su molestia con Mujica en una red interna de su agrupación: “Viejo de mierda te vamos a romper el culo te guste o no”, escribió. A las pocas horas de haber sido publicado en Búsqueda, el mandatario le respondió en radio Sarandí: “(Tourné) es una muchacha a la que le tengo muchísima simpatía, a veces toma un par de copas y se le va un poco la marca. Es una gorda macanuda”.
En la conversación telefónica, Pardiñas se disculpó, y Mujica le dijo que eran cosas del momento. “Hablamos con el presidente y acordamos cerrar el tema”, dijo el secretario general del PS a El Observador. También Pardiñas le explicó por qué su partido había salido a criticar públicamente su decisión.