Haines sustituirá a partir del 9 de agosto a Michael Morell, un funcionario con larga carrera en la inteligencia estadounidense y que llegó a ser director en funciones de la CIA tras la dimisión de David Petraeus, reemplazado por John Brennan el pasado marzo.
Morell, con más de tres décadas en la CIA, dijo que abandona su puesto para dedicar más tiempo a su familia.
En un comunicado, Brennan indicó que pese a que Haines nunca ha trabajado dentro de la CIA ha participado en decisiones de seguridad sobre programas de importancia para la agencia.
«Ha participado en virtualmente cada reunión de comités y subcomités en los últimos dos años y ha presidido el grupo de abogados que revisa los programas más sensibles de la agencia», explicó Brennan en su comunicado.
Haines fue durante tres años la asesora legal para el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y trabajó anteriormente para el Departamento de Estado como experta legal.
En el pasado superevisó el proceso de aprobación de acciones encubiertas de la CIA, actuando de vínculo entre la agencia y el presidente.
Pero, según informa el Beast, la nueva vicedirectora de la CIA se dedicaba hace 20 años a actividades más recreativas. Haines abrió entonces una especie de café literario en la localidad de Fells Point, cerca de Baltimore, después de abandonar sus estudios de Física en la John Hopkins University. El establecimiento -del que era copropietaria- ofrecía sandwiches y lectura en voz alta de textos eróticos, bien ya publicados o recitados por autores noveles.
Según un reportaje publicado en 1995 por el Baltimore Sun, el espectáculo costaba 30 dólares por pareja, o 17 dólares por persona.
“La erótica está en alza -declaraba entonces la hoy jefa de espías al diario- porque la gente trata de tener sexo sin tenerlo. Lo que la erótica ofrece es espontaneidad y altibajos. Y eso afecta a todos”.(Daily Beast)