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Más basura

Comunicado de Prensa
Por Daniel Bianchi

El sostenido incremento de la población mundial, los sistemas de producción y las modificaciones en los hábitos de consumo han determinado, junto a otras muchas variables, el crecimiento continuo de la generación de basura en los centros urbanos.

Es un fenómeno a nivel mundial, surgido a partir de los millones de toneladas de residuos sólidos que, día tras día, son vertidos en los sitios de disposición final.

En Uruguay, el mayor volumen de residuos es generado en el sur del país, donde se concentra la mayor cantidad de población.
En el departamento de Colonia, puntualmente, todo el sistema de recolección y disposición final de residuos es malo, y hace largo rato que se impone una modificación radical.

Con ese norte, la Intendencia de Colonia (IDC) impulsó hace algún tiempo una licitación para tercerizar la recolección domiciliaria en distintas localidades, a la que se presentaron varios interesados. El llamado hacía referencia a la utilización de camiones con portacontenedores, y establecía la necesidad de contar con un camión cada 200 contenedores, con un chofer y un asistente para maniobrar en calidad de personal operativo. Sin embargo, “temas burocráticos”, según fuentes de la comuna, obligaron a declarar “desierto” el llamado, que de tal modo fracasó. La IDC comenzó a manejar posteriormente la posibilidad de realizar un nuevo llamado, pero el proceso licitatorio insumiría un plazo significativo, de entre seis y doce meses.

Para paliar la situación, en mayo del 2012 anunció que, como parte de un Plan Piloto, contrataría en forma directa -previa anuencia del Tribunal de Cuentas de la República (TCR)- 180 contenedores para Colonia del Sacramento y 100 para Carmelo, de acuerdo a la densidad de población de las dos localidades. La ubicación de los contenedores se alternaría cada dos meses, de manera tal de no perjudicar a los ciudadanos y de ejecutar la tarea de manera equitativa para todos los barrios, ya que los vecinos reclaman, por un lado, tener lugares cercanos para depositar los residuos, pero por otro, rechazan que los contenedores se ubiquen frente a sus casas.

Si el Plan daba buenos resultados, se extendería a otras localidades, aunque no a las más pequeñas, que mantendrían el sistema tradicional de recolección. El anuncio daba cuenta que los contenedores serían ubicados dentro de los diez meses siguientes, es decir, antes de marzo de 2013.

La realidad mostró que el anuncio no fue más que eso.

Ahora bien: asumiendo que esta es una materia estrictamente municipal, parte de la responsabilidad respecto a la falta de soluciones definitivas es también del Gobierno Nacional, que desde hace mucho tiempo anuncia la regionalización de la disposición final de los residuos sólidos domiciliarios.

En abril de 2012, entre las alternativas se manejó la posibilidad de instalar una planta “termovalorizadora”, es decir generadora de energía a partir de la incineración de basura no reciclable, modalidad que no causa daños ambientales y funciona con éxito en varias partes del mundo. Tanto es así, que una delegación integrada por representantes de estos organismos viajó a Italia, para conocer una experiencia puntual en la ciudad de Brescia.

Para ello, el Poder Ejecutivo representado por la Prosecretaría de la Presidencia de la República, la OPP y el MEF, UTE y el Congreso Nacional de Intendentes (CNI), crearon una comisión para delinear un plan de trabajo. Al efecto, se resolvió contratar un equipo de asesores que analizara la problemática para luego proceder a la construcción de la planta -lo que supone un plazo de dos años y una inversión de 600 millones de dólares- mientras, paralelamente se trabajaba en forma coordinada con las intendencias procurando soluciones provisorias para cada uno de los departamentos.

El primer semestre de aquel año fue definido como prioritario para avanzar en procura de una solución.

No obstante, igual que en el caso de los contenedores, los plazos se dilataron y los anuncios no se cumplieron.

La buena voluntad, la educación y la colaboración de la ciudadanía son claves a la hora de tener un departamento limpio y pulcro, sin dudas.

Pero el Gobierno Nacional y la IDC deberían también abocarse a cumplir con los compromisos que asumen.

Eso forma también parte de la solución.