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Intendente Zimmer recibió distinción en Senado de la República Argentina

El Intendente Walter Zimmer recibió distinción en Senado de la República Argentina

En el Salón Azul del Congreso de la Nación en Buenos Aires, el Intendente Walter Zimmer fue reconocido por la Federación Latinoamericana de Municipios, La Federación Argentina de Municipios, y el Senado de la Nación.

Se trata de la Distinción Gobernador Enrique Tomás Cresto «Líderes para el desarrollo Integral de Latinoamérica»

El Comité organizador tuvo en cuenta a la Intendencia de Colonia por su trabajo en el área de la Cooperación Internacional, la integración de Colonia con otros municipios a través de hermanamientos y proyectos, destacando el trabajo del Doctor Zimmer con un gran compromiso social. Se tuvo en cuenta demás que el Intendente de Colonia fue galardonado con la Orden de Mayo por haber tomado la decisión de alistarse para defender la soberanía cuando la guerra por la recuperación de Las Malvinas.

Varios dirigentes políticos de Latinoamérica recibieron al igual que el Jefe Comunal de Colonia dicha distinción, así como también instituciones sociales, dirigentes gremiales, técnicos vinculados a la investigación y la educación.

Los encargados de entregar las distinciones fueron los nietos de Cresto, a su vez el Intendente de Colonia regaló a la familia un cuadro del artista coloniense Anselmo Cabrera.

Walter Zimmer habló de la impronta que su gestión le ha dado a la firma de hermanamientos «son firmas con contenido, trabaja nuestro equipo porque nuestro fin es lograr unidos con otras comunidades intercambiar experiencias y tener una fuerte presencia en dar soluciones a las necesidades sociales de nuestras poblaciones»

Esto le ha permitido a Colonia liderar alguno de esos proyectos y recibir mucha información, capacitación y experiencia.

Para Zimmer este trabajo desde abajo es lo que hará que esa unión que se pretende de los pueblos se concrete.

Dijo que siente el mismo compromiso que sintió en el momento de enrolarse para pelear por Las Malvinas ahora desde esta función trabajando junto a los pueblos hermanos de Latinoamérica.

Algunos datos de Enrique Tomás Cresto

El 11 de diciembre de 1911, nace en la ciudad de Concordia, provincia de Entre Ríos, un protagonista de la historia argentina, que durante más de medio siglo fue partícipe de los acontecimientos trascendentes registrados en la centuria.

Hijo de gringos, nació y creció en el barrio Tiro Federal. Siendo adolescente, aparece su pasión por la política, pasión que lo acompañaría hasta el último segundo de su vida.

Creció en esta tierra y puso todo su entusiasmo en cada entrega. Fue de los primeros en sumarse al Peronismo, seducido por esa doctrina popular que iba a transformar la realidad social de la Argentina, con un impacto motivador en América Latina.

Enrique Cresto tenía la fantástica percepción para adelantarse a los acontecimientos y esa ventaja lo transformaba en conductor natural de una sociedad convulsionada por los cambios que se producían en el mundo cuando finalizaba la Segunda Guerra Mundial.

En 1948, ingresa a la política de estado al ser electo diputado provincial y marca a fuego su estilo de trabajo, basado en el compromiso permanente con la gente.

En 1952, es elegido Senador Provincial y ocupa la Vicepresidencia Primera de la Cámara. Por su inagotable capacidad de trabajo, en el mismo periodo, también se desempeña como Delegado Departamental de la Dirección Nacional de Vialidad, donde produce una renovación de los caminos rurales para favorecer la salida de la producción. Su trabajo beneficia a cientos de productores de la región.

En su gestión legislativa, salud, educación y obras públicas fueron los temas que impulsó hasta el último minuto de su labor. En 1955, se produce el golpe militar conocido como Revolución Libertadora. Queda en el recuerdo un baño de sangre de argentinos que incluyó fusilamientos y hasta el criminal bombardeo de la Capital Federal. En Entre Ríos, al igual que en todo el país, los dirigentes peronistas son perseguidos y encarcelados. Aun sabiendo que iba a ser detenido y que su vida corría peligro, Enrique Cresto construye una vía de escape hacia Uruguay para permitir la salida de los políticos y gremialistas que huían de Buenos Aires por temor a ser asesinados. Ni la cárcel, ni las persecuciones, ni los odios absurdos doblegaron el espíritu de lucha que siempre lo distinguió.

En tiempos de dictadura, siguió marcando rumbos sin descanso. Fue así que incursionó en la actividad empresarial con éxito y solvencia. Crea la Cooperativa de Arroceros y luego la Cooperativa de Olivicultores y Citricultores. Mientras participa en la creación de la Asociación de Citricultores y de la Junta Provincial de la Citricultura, impulsa junto a otros productores, la creación de la Fiesta Nacional de la Citricultura. Antes había sido el principal gestor para la creación de la Asociación de Productores de frutas cítricas y de la Asociación de Empacadores de Frutas Cítricas. Se dedica también a la producción de miel e incursiona con éxito en la olivicultura.

En la década del sesenta, Entre Ríos es conocida a nivel nacional como La Granja de la República. Allí está plasmado el trabajo organizador de Enrique Tomás Cresto que moviliza a los productores para que Entre Ríos se convierta en una provincia exportadora de miel, productos cítricos y sus derivados, aceitunas y pollos.

Aún en tiempos difíciles para la democracia, Enrique Cresto no resigna sus banderas ideológicas y continúa trabajando por la libertad, la justicia y el estado de derecho. En 1972, es electo Presidente del Consejo Provincial del Partido Justicialista y en 1973 es electo Gobernador de la Provincia de Entre Ríos.

Posteriormente es electo Presidente de la Liga de Gobernadores Peronistas y en 1974, con el Dr. Ricardo Obregón Cano, Gobernador de Córdoba y el Dr. Carlos Silvestre Beegnis, Gobernador de Santa Fe, crean la Región Centro de la República Argentina.

A poco de asumir, es designado por el Consejo Nacional del Partido Justicialista para viajar a España y acompañar al General Juan Domingo Perón, en su histórico regreso a la Argentina, tras casi dos décadas de exilio. Entre 1973 y marzo de 1976 impulsa la producción, la industria, la exportación y la ciudad de Crespo se convierte en Capital Nacional de la Avicultura. Construye caminos, mejora las rutas, pone en marcha el programa «Pueblo y Gobierno hacia una escuela digna», termina con la escuela rancho, implanta en las escuelas provinciales la copa de leche.

Construye 374 escuelas distribuidas en todo el ámbito provincial. Dispone la creación de escuelas secundarias provinciales, en ciudades y zonas rurales de la Provincia. Al mismo tiempo se desarrollan intensos programas de alfabetización de adultos. Por otra parte lleva a cabo programas habitacionales en Paraná, Concordia, Villaguay y en distintos puntos de la provincia.

En materia de salud remodela los hospitales y en el hospital «Felipe Heras», de la ciudad de Concordia, se construye la primer sala de terapia intensiva en un hospital público de la Argentina, además de una moderna sala de neonatología; todo con moderno equipamiento.

El 24 de marzo de 1976, el golpe militar, autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, interrumpe el sistema democrático y establece una dictadura arbitraria y genocida. El gobernador Cresto es el primer detenido en Entre Ríos. Juzgado y condenado por un Consejo de Guerra, sufre la injusticia de ser encarcelado. En 1982 la justicia dispone su libertad declarándolo inocente y «resguardando su buen nombre y honor».

En la década del noventa, el Consejo Nacional del Partido Justicialista lo designa «Héroe de la Resistencia Peronista». Es el único entrerriano que recibe tan significativo galardón.

El 30 de diciembre del año 2000 muere en la ciudad de Concordia. Sus restos son velados en el recinto del Honorable Concejo Deliberante de la ciudad que tanto amó. Le rinde honores una Guardia de Oficiales de la Escuela de Policía de Entre Ríos. Su féretro es trasladado a pulso por cadetes del último año de la Escuela de Policía. En el cementerio lo despide una multitud. Embajadores, gobernantes, autoridades nacionales, provinciales y municipales, dirigentes políticos, opositores y adversarios. Toda una pléyade multitudinaria se reúne para despedir sus restos y rendirle homenaje a su memoria.

Enrique Cresto entró en la historia como el último caudillo peronista de Entre Ríos, reconocido por su nobleza y su coraje inclaudicable. Fue un hombre que amó a su tierra y a su gente. Fue un precursor y un artesano. En su obra interminable, está reflejada la generosidad de su espíritu.

Enrique Tomás Cresto le rindió homenaje permanente a los valientes, que sin egoísmo escribieron páginas de gloria entregando su vida para que perduren sus convicciones.

Enrique Cresto es un protagonista de la historia.

En el año 1973, cuando la provincia era casi un bastión radical, Cresto derrota al Escribano Cesar Corte y es proclamado Gobernador de Entre Ríos, fue el tercer mandatario justicialista en sentarse en el sillón de Urquiza, pero el primero en toda la historia provincial que construyó y reconstruyó cientos de edificios escolares para erradicar la escuelas ranchos y dignificar la educación. Además le cabe el orgullo de ser el creador de las escuelas secundarias provinciales en toda la geografía entrerriana, llevando el alfabeto a la zona rural, eterna olvidada en los programas oficiales.

Es justo recordar al empresario inquieto y respetado, que impulso la actividad privada, generando fuentes de trabajo en la diversidad de actividades que desarrolló con éxito…

A poco de asumir, advierte que es necesario generar espacios propios, para no ser un satélite de Buenos Aires. Entiende que Entre Ríos debe buscar aliados que estén en sus mismas condiciones y forma la región centro, asociado con Obregón Cano, Gobernador de Córdoba y Silvestre Begnis, Gobernador de Santa Fe.