Las diferencias futbolísticas entre un rival y otro quedaron claramente evidenciadas en el campo de juego.
Toda la parafornolia que se armó antes del partido -hay que vender- se cayó cuando en el terreno de juego una abismal diferencia que se reflejó en el resultado, mostró que los jordanos son mínimamente o similares a los limitados muchachos haitianos.
El juego en sí, exime de mayores comentarios; porque en definitiva de acuerdo a lo que dejó cada uno de los jugadores celestes, se podrá decir si fue un entrenamiento «liviano»- «fuerte», de tal o cual magnitud.
Ganó Uruguay – brillante en la contundencia, no tanto en el colectivo – que es lo mas importante. Abrochó el pasaje a Brasil 2014, y lo demás ya es historia.
Que lo de Jordania es muy poquito, ni hablar, pero no es culpa de Uruguay. El equipo celeste cumplió con su objetivo y ahora habrá que pensar ya en el 2014.
Pensar y cambiar, bastante si se quiere tener una buena figuración en Brasil. Ahora es la hora de demostrar quién es quién al frente de la selección.