Comunicado de Prensa
En Colonia la situación es un verdadero caos
El diputado Daniel Bianchi (VAMOS URUGUAY) se mostró partidario de “crear la Policía Nacional de Tránsito, que ya funciona en Montevideo, fusionando los cuerpos de Policía de Tránsito y Policía Caminera, para ser implementada en todos los departamentos del país. Eso permitiría eliminar las barreras jurídicas por las cuales un cuerpo policial no puede intervenir en una ruta o en las ciudades. Es una necesidad en la cual estamos todos de acuerdo: el Gobierno Nacional, los parlamentarios, los intendentes y la Unidad Nacional de Seguridad Vial (UNASEV)”.
“De hecho -agregó- fue una recomendación del experto internacional en seguridad vial de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el costarricense Roy Rojas, durante un encuentro organizado por la UNASEV y la Dirección Nacional de Policía Caminera para operadores de todo el país en febrero de 2011, hace casi tres años”.
“Pero acá hay una retraso importante del Gobierno Nacional, porque ya en diciembre del año 2011, en conferencia de prensa, el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, había anunciado que en 2012 se trabajaría en la creación de la Policía Nacional de Tránsito, con jurisdicción en todo el país. Pero transcurrieron dos años y la iniciativa no ha pasado de ser una mera intención”, dijo Bianchi.
“Mientras se discutió a nivel parlamentario la Ley de Tránsito, la amplísima mayoría de los intendentes se mostró de acuerdo. Pero cuando llegó el momento de aplicarse (debería haber entrado en vigencia el pasado 6 de julio) no sólo criticaron la reglamentación que de la ley hizo la UNASEV, sino que algunos se mostraron en desacuerdo con la propia ley”, aseguró Bianchi.
“Los directores de tránsito de las intendencias propusieron modificar 40 artículos y eliminar otros 20 de la ley, por lo que le entregaron un borrador al presidente José Mujica para que opinara si esta nueva versión era menos ‘de escritorio’, como algún jefe comunal calificó a la ley. Pero qué lástima que durante las diversas reuniones que mantuvieron las comisiones parlamentarias que intervinieron en el tema, no hicieron esas observaciones, porque de haberlo hecho ya estaría en vigencia”, expresó.
“Este proyecto tuvo un año de discusión en ambas Cámaras y se aprobó por unanimidad. Son elementos importantes a tener en cuenta. Pero además intervinieron varios actores e instituciones en el tema. Por ejemplo, la Fundación “Gonzalo Gonchi Rodríguez”, la Dirección Nacional de Transporte (DNT) del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), y la propia UNASEV, que trabajaron en conjunto con los legisladores”, sostuvo.
“En enero pasado se aprobó la Ley Nº 19.061, que debía entrar en vigor en julio. Pero el plazo se extendió por unos 90 días más y la reglamentación todavía está pendiente, porque hubo una solicitud del Congreso de Intendentes de un plazo adicional, sobre todo para establecer los montos de las multas. Presidencia accedió a ello y va a haber que esperar el momento en que la ley esté absolutamente reglamentada”, explicó.
En tal sentido, Bianchi explicó que la “Fundación Gonchi Rodríguez” rechazó “las modificaciones que pretendían introducir las Intendencias, y manifestó que tras analizar las eliminaciones y modificaciones propuestas, resultaba incomprensible el tratamiento dado al texto de la reglamentación por parte de los directores de tránsito, porque las modificaciones o eliminaciones que se pretendía realizar, no sólo carecen de sustento técnico, sino que van en contra de las recomendaciones básicas emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
«Afortunadamente, a pesar de que algunos intendentes, con todo derecho, no comparten la ley porque mantienen dudas respecto a su implementación, deben cumplir con lo que el Parlamento votó. Y en las últimas horas finalmente el Congreso de Intendentes manifestó su apoyo unánime a la reglamentación al tiempo que solicitó la creación de una Comisión de Análisis y Seguimiento, lo que parece adecuado como forma de ir evaluando la ley y, eventualmente, introducirle las modificaciones necesarias”, manifestó.
Colonia es un desorden
Bianchi expresó que “esa posición, de apoyar la ley y la reglamentación, ponerse a trabajar, y luego ir modificándola si es necesario, era la más sensata, porque mientras se avanza y se retrocede con la normativa, y se modifica y se incluyen complementos, el tránsito continúa siendo un caos, de manera especial en el departamento de Colonia, donde siguen los lesionados y los fallecimientos”.
“El tránsito en nuestro departamento es casi anárquico, y nadie parece dispuesto a ponerle fin a la situación”, aseguró.
De esa manera el legislador se refería a la continuidad de siniestros de tránsito que han tenido lugar en los últimos días en nuestro departamento, y que han culminado con el fallecimiento de varias personas.
“Los accidentes han tenido lugar en Carmelo, Nueva Palmira, Rosario, Conchillas, Colonia del Sacramento, Riachuelo, Colonia Cosmopolita, Juan Lacaze y seguramente se nos escape alguna localidad. Algunos fueron simples caídas que terminaron con lesiones superficiales, pero además ha habido colisiones y algunos accidentes que tuvieron un saldo de personas fallecidas”, indicó.
“No entendemos cómo es que la Intendencia de Colonia no se aboca con vigor, no digo ya a solucionar estas cosas que son un verdadero flagelo para toda la sociedad, que tienen un costo enorme en pérdida de vidas, en daños permanentes, en secuelas familiares y en pérdidas materiales, sino al menos a buscar un paliativo, algo que por lo menos atempere las consecuencias hasta que se logre una solución definitiva”, sostuvo.
“La ciudadanía reclama mayor vigilancia, fiscalizaciones e intervenciones de parte de las autoridades. Los vecinos colonienses se indignan, protestan y reclaman con toda razón debido al desorden del tránsito en nuestras calles. Motociclistas sin casco, motos sin patente v sin luces, motos y autos con escapes libres, y picadas a cualquier hora del día en las propias narices de las autoridades policiales y municipales, son una constante en todas las localidades del departamento, sin excepción. Todos lo vemos y lo sufrimos. Muchos vecinos, que llegan a sus hogares cansados de trabajar, no pueden siquiera dormir en paz debido a los escapes libres que los aturden toda la noche. Pero nada se hace”, dijo.
“Uruguay tiene varias leyes referentes al tránsito, desde 1943 hasta la fecha, entre ellas la Ley Nº 16.585 de 1994, la Ley Nº 18.191 de 2007, y la Ley Nº 19.061 de 2013. Pero además el departamento de Colonia ha tenido su propia Ordenanza Departamental de Tránsito y tiene su Ordenanza contra Ruidos Molestos. Quiere decir que la normativa existe. ¿Qué es lo que pasa? Que las leyes están, pero la Intendencia no las hace cumplir”, explicó.
“Pero si, además, se toman nuevos funcionarios para desempeñarse como inspectores, los capacitan e ingresan con esa tarea, pero luego la Intendencia los traslada a realizar funciones en las oficinas, está fallando también allí la gestión de las autoridades”, indicó Bianchi.
Reducir la siniestralidad
Bianchi explicó que “la ley establece varias medidas que procuran reducir la siniestralidad en el tránsito. Por ejemplo, implica nuevas reglas para el transporte colectivo de pasajeros, y hace hincapié además en los recaudos que deben tomarse con los menores a la hora de viajar en cualquier medio de transporte. Se prohíbe, de una vez por todas, que los niños viajen en asientos delanteros y que haya cinturones de seguridad para asientos de bebés, que no es nada que no se haya inventado mucho antes, porque esas son las exigencias internacionales adoptadas a impulsos de organizaciones expertas en la materia”.
“También se apunta a proteger a las personas más vulnerables a la hora del uso de vehículos como motos, ciclomotores o bicicletas. Por ejemplo, se estableció la obligatoriedad del uso del casco, chalecos reflectivos, luces y otros elementos de seguridad de acuerdo a disposiciones que el Poder Ejecutivo incluirá en la reglamentación de la ley. Y eso tampoco es caprichoso, porque hoy el 66% de los fallecidos en nuestras ciudades son motociclistas. Y uno de los principales problemas que hay con las motos es que no se ven: el 80% de los automovilistas declara que en el momento del siniestro no vio a la moto que se le acercaba”, informó.
Interrogado respecto a la circulación de motos y ciclomotores con más de dos pasajeros, Bianchi explicó que “la libreta de cada vehículo dice cuántos pasajeros puede llevar, y una moto puede llevar como máximo dos pasajeros. Sin embargo todos vemos como se traslada una familia completa arriba de una moto, padre, madre y dos niños. Eso sucede, nadie lo puede negar porque todos lo vemos con frecuencia. Pero para evitar eso no es necesario esperar la reglamentación de la nueva ley, porque el inspector, hoy, cuenta con herramientas legales para prohibir la circulación de una moto en esas condiciones. Los vehículos están hechos para determinada cantidad de pasajeros, y no pueden excederse de esa cantidad”.
Respecto a los vehículos del transporte colectivo de pasajeros, explicó Bianchi, “la ley establece que en los servicios regulares de mediana y larga distancia u ocasionales, o todos aquellos que transiten en rutas nacionales, deberán poseer cinturón de seguridad y su uso será obligatorio. Dicho de una manera más gráfica: todos los servicios que salen de la Terminal Tres Cruces deben cumplir con ese requisito, y la Dirección Nacional de Transporte del MTOP, que es la autoridad competente en materia de transporte de pasajeros, es la encargada de fiscalizarlo. Es ella también quien fiscaliza la cantidad de pasajeros de pie que pueden transportar las unidades”.
El legislador evaluó que “parecería haber un contrasentido respecto a que, mientras se exige el cinturón en los ómnibus, al mismo tiempo éstos lleven pasajeros de pie, pero la ley debió ajustarse a la realidad del país. En muchos pueblos y ciudades del interior el único servicio de transporte que hay es el “coche de camino”, es decir, el interdepartamental que va ingresando en las poblaciones o deteniéndose en las radiales y demás paradas. Y directamente erradicar la posibilidad de llevar pasajeros de pie era dejar a mucha gente sin transporte, en especial alumnos, maestros, profesores, policías y otros trabajadores”.
Bianchi indicó que “los accidentes no son hechos fortuitos, sino consecuencia de la falla de alguno de los elementos que intervienen en el tránsito (conductor, vehículo o entorno). Por tanto, son previsibles y evitables, y dependen -en gran parte, aunque no exclusivamente- de la responsabilidad que asuma cada ciudadano al circular en la vía pública”.
“Invariablemente el factor humano continúa siendo el principal responsable del incremento de la siniestralidad en el tránsito, debido a causas como no respetar las señales, distracciones, conducir a exceso de velocidad y hacerlo bajo los efectos del alcohol. Y en menor medida, aunque no por ello menos perjudicial, también son causas de accidentes el mal estado de calles, el alumbrado público deficiente y la señalización en malas condiciones o la carencia de la misma, lo que también es responsabilidad de la Intendencia solucionar”, finalizó Bianchi.