Ocho niños que estaban internados en la Unidad de Ciudados Intensivos (UCI) 2 del Pereira Rossell fueron trasladados el pasado martes 31 a la unidad 1 por la presencia de ratas de las que se alertó por un fuerte mal olor, denunciaron funcionarios del centro según informa El País.
El presidente de la comisión interna del hospital, Daniel Carrattini, dijo al diario El País que «los compañeros de la comisión de salud laboral hicieron un relevamiento y corroboraron las razones por las cuales se había desalojado. No es por falta de recursos humanos ni técnicos, ni médicos, sino por falta de condiciones edilicias y por las condiciones de salud que atentan contra los niños internados. Básicamente roedores. Ratas».
Carratini agregó: «Las ratas andaban caminando por los techos y se tomaron medidas y acciones desalojando el UCI 2. En la sala había algunos elementos que se percibían como la caca de roedores o los techos corridos. Se encontró una rata grande muerta. Se ve que en algún momento pusieron veneno y el roedor fue a morir allí».
Fuentes vinculadas al nosocomio informaron que por más que los roedores transmiten virus y bacterias, no hubo que lamentar ninguna afección en los internados.