De acuerdo a lo que informa El País al militar se lo detuvo este lunes luego de ser identificado por medio de las cámaras de seguridad en la tribuna Amsterdam, ocupada por la hinchada de Peñarol.
La jueza Julia Staricco dijo a El Observador que el procesamiento se basó precisamente en las imágenes, en las que se lo “individualizó tirando vallas a los policías y arrancando butacas».
Explicó que por no tener antecedentes el procesamiento fue sin prisión y con medidas sustitutivas que implican que el hombre no podrá asistir a ningún espectáculo público durante un año.
Según viejos preceptos morales o antiguos valores, que hoy parecen estar en desuso; la policía o los militares eran los encargados de guardar, cuidar y preservar el orden de los ciudadanos; y ante hechos de insoburdinación graves o de notoria mala conducta, eran cesados de manera inmediata. Hoy; agredir tirando vallas y arrancar butacas de un escenario deportivo en medio de un escenario público, parece ser algo cuasi-cuasi normal. Ojalá no nos sigamos equivocando, y de una vez por todas se tome el «toro por las guampas».