Necesitamos Cambiar

Comunicado de Prensa
Prof. José Luis PITTAMIGLIO – Edil Departamental Partido Socialista (FA)

Cuando se acercan los períodos electorales, el Partido Nacional en Colonia suele hacer dos cosas siempre. La primera: empiezan a hacer en las calles las obras que no hicieron en los cuatro años anteriores. La segunda: aparece un candidato blanco a la Intendencia debajo de cada piedra y todos critican la gestión del intendente actual. Pasó cuando Moreira era intendente y también con Zimmer; pasó antes y sigue pasando ahora.

Los distintos sectores blancos ya llevan casi nueve años apoyando la administración Zimmer, votando en la Junta Departamental todo lo que el intendente les proponía e incluso protegiendo los negocios de la familia. Los mismos dirigentes blancos que en los pasillos criticaron siempre la gestión del intendente, nunca dejaron de votar lo que ese mismo intendente proponía, respetando algún pacto político que seguramente les trae beneficios a unos cuantos. Cuando denunciamos que una funcionaria había enviado mensajes de texto a los estudiantes que recibieron becas pidiéndoles el voto en las elecciones de jóvenes del partido, nadie, ni un solo edil ni dirigente del Partido Nacional nos acompañó. Cerraron filas en torno al intendente y se dedicaron al más absoluto silencio. Ni una palabra hacia afuera. Lo mismo ocurrió cuando denunciamos al funcionario que cobraba sin ir a trabajar o cuando hemos repetido hasta el cansancio que se contratan los camiones de los amigos. Ni un solo dirigente del Partido Nacional quiere investigar nada, ni un solo edil blanco suma su voto cuando llamamos a sala al Intendente.

Esos reclamos que a nivel nacional se escuchan de parte de entusiastas legisladores opositores cuando llaman a sala a los ministros casi una vez por semana, no tiene su correlato en el departamento. En Colonia el Intendente no concurre a sala a dar explicaciones de ningún tema y los ediles del Partido Nacional no acompañan ningún pedido de explicaciones. La fiebre de transparencia que parece atacarles en el Parlamento Nacional, se les pasa cuando llegan a Colonia.

Cuando un alto jerarca de la Dirección de Tránsito resolvió entregarle una libreta de conducir a la madre de una de las principales autoridades de la Intendencia, luego de que la señora perdiera el examen, no hubo un solo edil ni dirigente del Partido Nacional que acompañara nuestros pedidos de investigación. Es más, el propio intendente dijo que nuestras denuncias no eran más que “charamusca”, un poco envalentonado por el apoyo que recibía de la familia blanca seguramente. Junto con esa denuncia el intendente recibió otras que tampoco le interesaron: parece que para el Partido Nacional es más importante mantener los equilibrios internos y el reparto de cargos, que investigar una irregularidad muy grosera.

En la Junta los ediles de Moreira, los de Zimmer, los de Planchón y los que no son de ninguno de los tres o de los tres a la vez o del que más ofrezca, todos juntos levantan sus manos y acompañan con su voto todo lo que viene de la Intendencia. Eso sí, en estos días ustedes ya están escuchando a los candidatos blancos a intendente criticando la gestión que defendieron a capa y espada en estos cuatro años. Cuando hablan por radio, son terriblemente opositores; cuando tienen la oportunidad de denunciar algo, miran para otro lado. Cuando hacen reuniones en los barrios, critican al intendente; pero cuando viene el reparto de cargos lo abrazan como a un rencor.

Creo que ya es tiempo de cambiar la cabeza, de apostar por otro modelo de administrar y gobernar este departamento, apostar por gente honesta, por gente que trabaje para que los colonienses todos vivamos mejor. El modelo del Partido Nacional ya está agotado en Colonia: no ha dado respuestas a los requerimientos de la población, las calles están rotas, muchos barrios se inundan, los amigos del poder se benefician y la mayoría mira del otro lado del vidrio.

Necesitamos una gestión transparente, honesta, seria, responsable, que haga obras. Una intendencia que nos devuelva el dinero de nuestros impuestos convertido en las obras que los barrios reclaman. Necesitamos cambiar.