Nota de Prensa – Opinión
Prof. José Luis Pittamiglio – Edil Departamental Partido Socialista (FA)
Usted a veces se preguntará por qué se escucha hablar tanto del Tribunal de Cuentas (TC) y hay que admitir que en los últimos años, la administración de la Intendencia de Colonia le dio mucho trabajo a este Tribunal. El TC ejerce un control sobre toda la administración pública, las licitaciones, los gastos, las inversiones y todo lo que tenga que ver con el dinero que entra y sale de todas las dependencias del Estado. Tenemos una deficiencia que aún no hemos logrado solucionar: el TC hace observaciones, pero esas observaciones no obligan a los organismos a volver atrás y hacer las cosas bien. Es más o menos como cuando la abuela nos retaba y nosotros le decíamos “sí abuela, tenés razón” y al rato volvíamos a hacer lo mismo.
Seguramente habrá que hincarle el diente en el futuro a este tema, porque parece correcto que exista un órgano que fiscalice y controle cómo se gasta e invierte el dinero público, la plata de todos nosotros. Seguramente que el próximo Parlamento Nacional tendrá que discutir de qué manera se le puede dar más fuerza a este organismo, porque lo interesante sería que una vez que se comprueba que hay un dinero mal gastado, la administración se vea obligada a corregir el error.
Hace unos días los ediles departamentales de Colonia recibimos un documento en el cual aparecen las observaciones que el TC le hizo a la Intendencia en el último trimestre del año pasado. Agárrese porque le voy a decir cuántos errores cometió la Intendencia blanca en octubre, noviembre y diciembre de 2013. ¿Está pronto? 2.380 gastos observados. Sí, leyó bien: 2.380 equivocaciones, 2.380 gastos mal hechos, 2.380 veces la Intendencia de Colonia gastó sin respetar lo que dice la Ley. En total los gastos mal hechos, que merecieron las observaciones del TC, suman 109 millones de pesos, una cantidad muy cercana a los 5 millones de dólares.
No necesita más que 3 meses la Intendencia de Colonia para equivocarse 2.380 veces, lo que significa que se equivocan 40 veces por día. Casi todos los gastos observados corresponden al incumplimiento del artículo 15 del TOCAF y ese artículo dice que una Intendencia no puede comprometer gastos sin que exista “crédito disponible”. Dicho en otras palabras: la Intendencia gasta dinero en cosas que no tenía previstas y no lo gasta en obras que se había comprometido a hacer. Como gasta en cosas que no tenía previstas, también son gastos que nadie puede controlar, porque nadie puede adivinar que va a invertir en una cosa que nunca anunciaron previamente. Por lo tanto, solo en tres meses, la Intendencia gastó casi 5 millones de dólares en rubros que no estaban previstos, lo que le da la ventaja de que es muy difícil controlar en qué se invierte y cómo se invierte ese dinero. Además de que, al invertir en obras no anunciadas, se le quita dinero a otras obras que sí estaban anunciadas y que eran necesarias.
Son 2.380 observaciones en tres meses. Usted estará pensando lo mismo del título, pero sería bueno que empezáramos a tomar conciencia de que también en Colonia el dinero de la gente se debería administrar con transparencia, con cristalinidad, que deberíamos saber qué se hace con nuestro dinero. En lugar de eso tenemos una Intendencia con muchos jefes, con asesores moreiristas de los jefes zimmeristas, con varios que cobran sin trabajar y con otros que hacen tan poco que sería mejor que no estuvieran. Mientras el Uruguay obtiene logros importantes y avanza, Colonia bate récords de observaciones del TC, bate récords de pozos en las calles y tiene el intendente preso.
Zimmer en Piedra de los Indios, Moreira mintiendo en las radios y Planchón que no se anima a hacer lo que tiene que hacer. Colonia mueve.