Comunicado de Prensa
Michael Skafar – Secretario Político del PS – Colonia / Candidato a Diputado del FRENTE AMPLIO – LISTA 90
El procesamiento de Zimmer trajo aparejadas distintas declaraciones de dirigentes de políticos de izquierda que no solo confunden a la ciudadanía sino muestra colas de paja equivocadas y dan la impresión de querer justificar el vale todo. Ni vale todo ni todo es igual desde nuestra perspectiva de Izquierda y decimos porque.
Quienes nos sentimos de izquierda debemos reflexionar en profundidad y de cara a la ciudadanía sobre los grandes sucesos que han culminado en el procesamiento con prisión del Intendente Zimmer.
La causa del intendente está en la justicia y es muy claro que todos respetaremos su veredicto final. Pero el proceso judicial será largo. En su escrito la jueza actuante fundamenta el enjuiciamiento del Dr. Zimmer y el Cr. Ahunchain por el delito continuado de abuso de funciones y a este último además por falsificación ideológica de documento público. Deja la puerta abierta así mismo a la tipificación de otras figuras delictuales en el transcurso del juicio al establecer: “sin perjuicio de ulteriodidades”.
Del análisis de las declaraciones de testigos e indagados y de la abultada documentación surge la co-responsabilidad del Dr. Zimmer en la falsificación de miles de empadronamientos y la posibilidad de que se lo considere a él también incurso en el delito de falsificación ideológica, delito serio que tiene prevista una pena de penitenciaría de dos a ocho años.
Además en función de las actuaciones ilegales de la IC y los turbios manejos de las cuentas y dineros de los fondos de cooperación internacional es probable que el número de procesados aumente y que se tipifiquen nuevos delitos a los ya procesados.
La justicia dirá.
Pero el tema aquí no es Zimmer ni las razones de su procesamiento, sino las distintas reacciones en el seno de la izquierda que de alguna manera permiten sacar conclusiones sobre las distintas maneras de ser o sentir ser de izquierda.
¿Es posible aceptar en silencio que algunos dirigentes desconozcan su propio papel en los delitos de corrupción? ¿Es posible mantener silencio frente a la irresponsable acción del diputado Planchón evadiendo a la DGI y defraudando a los ciudadanos?
¿Es posible escuchar declaraciones de dirigentes de izquierda que parecen apañar a quienes cometieron dichos delitos y nada decir?
A consecuencia de la prisión del Dr. Zimmer el diputado Ricardo Planchón fue lanzado a lo más alto de la escena política. Le correspondía asumir el cargo de Intendente pero a la hora de la verdad ni supo ni se animó a tomar el timón de la nave.
Un fiasco como dirigente político. Tampoco es un buen ejemplo de ciudadano responsable de sus deberes para con la sociedad en la que vive. Más allá de sus pueriles explicaciones cuando fue interrogado por la prensa, el hecho es que la DGI encontró que su empresa tenía montado un esquema deliberado de defraudación fiscal. Por ello deberá pagar reliquidación de adeudos y multas por muchos cientos de miles de dólares y además sufrirá un período de clausura.
El mencionado diputado, con cara de aquí no pasó nada, sigue impertérrito su carrera política.
Veremos que piensa la gente de Colonia de su conducta.
Las prácticas corruptas instaladas en la esfera pública no son una cuestión menor que podemos pasar por alto. Afectan directamente la calidad de vida de las personas por que dilapidan los recursos que son de todos y porque afectan el corazón mismo de nuestra convivencia y los valores que ordenan nuestra vida cotidiana.
La ciudadanía democrática coloniense ni merece el silencio sobre la corrupción que tanto cuesta ni merece la impunidad de los delincuentes económicos ni el olvido de reglas éticas de conducta que al fin nos ayudan a todos en nuestra casa o en nuestro pueblo para formar una sociedad ordenada por valores claros.
Pero sobre todo no merece la respuesta de que vale todo y todo es igual, eso se llama relativismo moral y confunde todas las conductas y valores.
Es cierto que el ex ministro Lorenzo y el ex presidente del BROU Calloia ambos con trayectorias intachables como ciudadanos y técnicos fueron procesados por abuso de funciones por el aval concedido a Cosmo por parte del BROU. La Jueza actuante aclaró que no hubo ningún beneficio personal directo ni a través de terceros. Ambos renunciaron dando un paso al costado. El ministro renuncio de inmediato para concurrir a la justicia como un ciudadano más y no apeló, aceptando que su actuación pudo ser equivocada.
Una actitud muy digna. Ciertamente muy alejada de la que mantiene desde su centro de vacaciones el Dr. Zimmer.
Ni vale todo ni todo es igual. Si todo vale. ¿Cuál sería el valor de los valores?
En función de lo anterior discrepo totalmente con las declaraciones como las de Valenti, Michelini y Huidobro que han atacado la actuación de la actuación de la Jueza en el caso Zimmer.
Pues el caso de Fernando Lorenzo y Calloia no tiene paralelo de sustancia con el de Zimmer ni se puede confundir un hecho puntual de abuso de funciones con una práctica continuada como la de Zimmer.
Ni Lorenzo ni Calloia ni sus biografías éticas ni sus brillantes desempeños merecen ese tipo de “defensa”.
El caso Zimmer no sólo muestra colas de paja equivocadas sino que también otras dos errores que son a la vez lecciones que debemos discutir entre los y las frenteamplistas.
La primera es, como dijimos, el exceso de relativismo moral al que viene a sumarse el relativismo institucional de quienes atacan a la justicia: vale todo y todo es más o menos igual.
La segunda es más sutil pero esconde un menosprecio al Interior, una subestimación de la calidad y los valores de nuestras comunidades departamentales. Ha quedado en evidencia una vez más que existe una mentalidad que asocia y confunde el Interior y cada una de nuestras ciudades y pueblos con los Intendentes y las Intendencias.
Como si de una buena vez el Uruguay no debiera seguir el camino de fortalecer el control local, las potestades y el poder de nuestros municipios en vez de los centros de poder pesados y lejanos de la gente concentrados en las actuales Intendencias. Y como si esos centros de poder fueran el Interior real.
Lamentablemente el presidente Mujica incurrió en ambos errores.
Cuando se conoció la noticia, dijo que “yo cometo abuso de funciones decenas de veces al día” y se adelantó al dictamen judicial sin siquiera haber leído el acto de procesamiento afirmando que Zimmer es un hombre muy honesto que no se ha llevado nada para su casa. No satisfecho con el apoyo verbal el presidente Mujica hizo dos señales políticas equivocadas: vino a ver a su amigo y luego la remató almorzando en el restorán del evasor fiscal y desertor de su deber de dirigente de la IC Ricardo Planchón.
La lealtad entre amigos es un valor destacable pero la confusión entre amistad y apoyo del error y el delito, es un antivalor.
El ministro Fernández Huidobro cada vez más inefable por su parte fue aún más lejos porque no sólo saludó a Zimmer sino que arremetió contra la probidad e idoneidad de la jueza que no puede defenderse atribuyéndole a ella el abuso de funciones.
El respeto del Uruguay pluralista y de una convivencia tolerante entre quienes pensamos diferente es una cosa demasiado trascendente como para confundirse con ataques a la justicia o con señales políticas menores a los pillos, a la corrupción, los grandes evasores fiscales o la deserción de los deberes de dirigentes electos por el pueblo aunque sean señales para algunos jefes.
No solo no lo merecemos los frenteamplistas, tampoco lo merecen los buenos blancos de Colonia.
Los hechos sucedidos en Colonia los últimos días y las desgraciadas declaraciones del presidente Mujica, del ministro Fernández Huidobro y la columna de Esteban Valenti no sólo alientan la creencia de que todos los políticos son iguales sino que son miradas que vienen de un país viejo y ciego porque ignoran la realidad de una Colonia y un Interior que se levantan desde la profundidad de su esfuerzo y sus valores, de su producción y sus culturas para caminar por la acera del verdadero desarrollo y la prosperidad para todos con valores.
Siguiendo la senda marcada por el primer Gobierno del Frente Amplio encabezado por Tabaré, Mujica también ha contribuido para hacer un país nuevo favoreciendo el nacimiento de una Colonia nueva, pujante, orgullosa y productiva.
Pero habiendo ayudado a hacer el nuevo país Mujica no siempre entiende ni al país que ayudó a nacer ni el departamento que nace de abajo hacia arriba.
Más allá de viejas deudas de la historia del MLN es por eso que Mujica y Fernández Huidobro defienden interlocutores del pasado y de la vieja política, es la visión de quienes mira al país y a Colonia sólo desde la miopía de su viejo centro, sea Montevideo o sea la IC.
Es hora de cambiar la perspectiva y mirar al centro desde la realidad y los valores de sus pueblos y municipios, es hora de recordar a las cúpulas que las bases también existen y construyen el verdadero poder, es hora de convocar a los productores y emprendedores, a las fuerzas de la innovación, a las mujeres y jóvenes de Colonia.
Es hora de anteponer claramente la alternativa democrática al relativismo de valores e instituciones ineficientes, costosas e inmorales. Es hora de la construcción de poder desde los pueblos, la superación del centralismo paternalista y la transferencia del poder a la gente, desde la escuela a los municipios.
Sin embargo estos cambios encuentran resistencia en personalidades e incluso en sectores del FA. Ello se debe, a nuestro juicio, no solamente por la complejidad del camino iniciado sino porque a la hora de distribuir el poder y descentralizar las decisiones, aparecen cálculos políticos y resabios de una mentalidad caudillista y centralista.
El cambio es así, hay que desembarazarse progresivamente de los lastres que nosotros mismos llevamos para dar paso a lo nuevo. Los Socialistas abrazamos con convicción la descentralización como un proceso francamente revolucionario que cambiará para mejor el Uruguay en el corto plazo. Proceso que fue impulsado con energía por Tabaré a pesar de las resistencias internas y que recientemente Tabaré en Colonia confirmó como su norte en el próximo gobierno.
Con humildad pero con voz fuerte continuaremos bregando por la unidad y los valores en la izquierda. “Construyendo y debatiendo en la Izquierda y confrontando con la derecha” asumiendo una vez más el mandato Artiguista que hombres y mujeres Socialistas han sabido defender y profundizar a lo largo de la historia: “Que los más infelices sean los más privilegiados”.
La ciudadanía mira, analiza y decidirá sin duda quien representa que valores, nosotros aspiramos al igual que en nuestros 103 años de historia a representar valores de Izquierda.