Nota de Opinión
Cuando por un voto le decimos a todo que sí; algo no anda bien. Cuando los argumentos son tan frágiles y contradictorios para esgrimir o imponer determinadas acciones, que me aferro a la «sutil premisa» de que una mayoría me da «el viento a favor» para hacer lo que quiero e ir dejando cosas de lado; aunque la realidad me demuestre muchas veces y al poco tiempo, que voy por el camino «paralelo de la Constitución» y no por el camino de la Carta Magna, es porque algo no anda bien. Por mas dibujos y adornos que le queramos poner a los discursos, como dice un viejo colega, «no me como la pastilla».
Y «no quiero comerme la pastilla» pensando en las generaciones futuras, en los que vienen detrás nuestro.
Cual es el camino que le estamos marcando?…, el de la puerta «entreabierta», al consumo masivo de las drogas, con un Estado que piensa que va a combatir el narcotráfico, con una Ley de Legalización de la Marihuana.
Ud. está en el pleno derecho de creerle y pensar que es así, y yo en mi pleno derecho de pensar que es una aberración.
Hoy es mas lindo caer simpático, que marcar autoridad, límites, – no «autoritarismo» -, si se dice que no a lo que no es normal y se lo remarca, hoy, está «el verso de la discriminación» y allí una buena barra se sube al carro.
Remarcar lo que no es normal, es remarcar lo que no es normal, uno puede respetar y aceptar que cada uno haga de su vida un pito, y no molesta; ni «lo aporrea», ni lo incinera en la plaza de su pueblo, no tiene ni debe porque ser agredido, debe ser respetado; pero ante hechos, situaciones, conductas anormales, los mismos/as se deben remarcar.
Lo normal sigue siendo normal, y lo anormal, lo que no condice con la normalidad es anormal y no hay vuelta de hoja póngale el nombre que quiera.
Por eso es tiempo de pensar, y más ahora dónde unos prometen para quedarse y otros prometen para llegar.
Hay muchas cosas que están pasando, que sin dudas van a repercutir en aquellos que vienen detrás y más; muchas dentro de los parámetros normales, otras con la gran «ola de la globalización», el consumismo salvaje que nos imponen sin darnos cuenta o sí, «muy anormales», que tocan a veces los tejidos más intimos en lo que hacen a la conformación de nuestra sociedad y que «los que manejan el circo», tienden a destrozarlos, no escapando a nadie que cada vez los hechos a apuntan a desmembrar más y más, y día a día más, el núcleo familiar, aunque los discursos sean otros.
Por eso es tiempo de pensar. Cual es el futuro que queremos para los nuestros, los que nos siguen, los que hoy están naciendo… como lo vamos a forjar?, con desinterés …o apoyando, participando de todo aquello que hace al normal desarrollo de las instituciones y levantando una voz de alerta contra aquellas cosas que detrás de una media verdad, esconden una gran mentira y dan paso a un cúmulo de anormalidades.
Por eso es tiempo de pensar. Sin colores. Somos cultos o no lo somos tanto. O es otro cuento que nos han hecho a los uruguayos y muchos quedan mas que contentos. A veces parecemos los inventores » de la pólvora»; somos así.
Por eso creo, es tiempo de pensar. Sin colores. De pensar y actuar, porque el DESINTERÉS es un flagelo que corre en favor de aquel que «reparte las barajas «, cualquiera sea «el barajador de turno», y da lugar a que por esas grietas del DESINTERÉS se filtren cosas extremadamente dañinas, que después de enquistadas ya son muy dificiles de desalojar. Creo que es tiempo de PENSAR e INTERESARSE… por los que vienen.