Atrás quedaron, Uruguay, Italia, Inglaterra y ahora Grecia, en un partido que lo vió sufrir, pero que tuvo el merecido premio al tesón, a la humildad y a ese querer tratar bien la pelota.
Ante la adversidad, jugando 60´con un hombre menos y habiendo sido «despojado» de manera inexplicable de un clarísimo penal, que el árbitro australiano – muy mediocre – pasó por alto y no sancionó. Así de simple, mire si esto nos pasa a los uruguayos y quedamos fuera de cuartos.
Seguramente tema de Estado – o de distracción – por lo menos. Sin embargo Costa Rica basado en el mejor arquero que para nosotros tiene el Mundial 2014, Keylor Navas, ordenaditos en el fondo, con un gran jugador como Bolaños, un excelente creador y definidor como Ruiz su capitán, y lo excluyente del moreno Campbell ha demostrado que aprendiendo, mirando, en este fútbol «tan parejito», «chato» muchas veces, cada vez pesan menos las camisetas, la historia, bla, bla, bla… porque esto es un juego, y si adentro del rectángulo tenés para hacer la diferencia , ya no importan los nombres.
Las lecciones dadas por el entrenador Jorge Luis Pinto y sus muchachos son claras.
Son enseñanzas que tienen que ver con el trabajo arduo en equipo, el rigor, el estudio, la disciplina, la solidaridad, el planeamiento y un sentimiento personal y conjunto de que si se quiere se pueden lograr los triunfos.