La selección argentina vuelve a jugar una final del mundo después de 24 años; luego de 120 minutos chatos y parejos, empató 0-0. En los penales; el equipo de Sabella se impuso 4-2; el domingo jugará la final ante Alemania. Los albicelestes jugaron 120 minutos con el corazón de Mascherano para cruzar y cruzar hasta cuando incluso no le daban las piernas.
Pero eso es historia. Ahora es momento de pensar en el Maracaná, en ese partido que tantas noches soñaron estos jugadores argentinos hoy dirigidos por Alejandro Sabella.
Javier Mascherano y Sergio Romero fueron las grandes figuras de un equipo que levantó su nivel cuando empezaron a aparecer los rivales de fuste.
Alejandro Sabella sabe que sólo falta un paso; el objetivo de ser campeón del mundo está ahí nomás y él está consciente de ello…»Estoy contento porque llegamos a la final y ahora veremos qué podemos hacer. Daremos todo, como siempre, con humildad, trabajo y la entrega 100 por ciento», dijo, en diálogo con la prensa en la cancha.
Argentina es finalista del Mundial Brasil 2014, con mucho sufrimiento, traspirando, dejando todo como no podía ser de otra manera.
Fue un partido táctico ciento por ciento, con Argentina y Holanda jugando igual; sin arriesgar, Con Argentina siendo más en los primeros 45´y Holanda queriéndo un poquito en la segunda parte. Los 30´del alargue no cambiaron nada.
Fue la consagración de “Chiquito” Romero, deteniendo dos ejecuciones, discutido antes del comienzo del Mundial.
Fue un partido a hacha y tiza, donde descolló Mascherano, el mejor jugador del Mundial, -para nosotros- por cansancio, por presencia, por juego, como conductor, un verdadero líder de grupo, pero jugando y haciendo jugar -no con cara de malo-; asumiendo , «poniendo» y generando con la pelotita, la que hay que querer y agarrar cuando nadie la quiere.
Desde lo táctico, tema que no podemos obviar porque esa es nuestra tarea, fue defensivamente casi perfecto el juego.
Pero quedaron los dos muy en deuda en la parte ofensiva.
Argentina enfrentará la final ante los alemanes con 30 minutos más sobre el lomo; y con 24 horas menos de descanso.
Una Alemania que en el momento de los penales, sus jugadores seguramente estaban dentro de un jacuzzi, descansando; pero así como lo dijimos antes del MUNDIAL -con el diario del viernes, como siempre, no el del lunes- Argentina y Alemania eran los finalistas -hoy muchos opinólogos se suben a este carro- y lo argumentamos; no le embocamos; también hoy a cuatro días de la final, les decimos que Argentina está en condiciones de ser el mejor del Mundo. Las primeras «manos», las ganó con «los siete bravos»; «los cinco – los cuatro «, todavía no apareció en su plenitud «el dos de la muestra»; si aparece; listo. Ud. me entiende.