El principal problema, aunque no el único, está en los baños. Las cisternas no funcionan, los inodoros se tapan y en general tienen poca higiene, según relataron padres que hicieron llegar fotografías de la escuela a El Observador.
Hay niños que se aguantan las cuatro horas de clase sin ir al baño porque sus padres les tienen prohibido utilizarlos en las condiciones en las que están, con problemas de desagües, mientras algunas aulas están en estado ruinoso en la escuela N° 124 de Joaquín Suárez (Canelones), a pocos kilómetros de Montevideo. Los padres reclaman al Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) que acelere los trámites para comenzar las obras que les tienen prometidas desde hace años.
La escuela de Suárez tiene más de 60 años. Muchos de los padres y abuelos de los actuales alumnos también estudiaron allí y aseguran que el edificio está casi intacto desde hace varias décadas. “Los baños nunca fueron habitables. La escuela está en la misma situación desde hace 30 años y nadie se acuerda de nosotros, y eso que estamos a unos pocos kilómetros de Montevideo y otros pocos de Pando”, señala María, madre de seis exalumnos de la escuela y abuela de actuales estudiantes