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De un solo color

Nota de Opinión
Por Daniel Bianchi

 

La decisión ciudadana es inapelable: desde el 1º de marzo del año 2015 Tabaré Vázquez volverá a ser el Presidente de la República.

El médico tiene la ventaja de la experiencia de los cinco años de su primer mandato, pero a pesar de contar con mayoría parlamentaria en ambas cámaras, la tarea que tiene por delante no es nada fácil. Los sectores que le son más afines son clara minoría en el partido de gobierno, y el presidente José Mujica dejó bien claro que él aún está…

Manejarse con soltura demanda una cierta estabilidad que le permita arriesgarse, condición con la que hoy no cuenta. De hecho, la bancada parlamentaria del oficialismo innegablemente es más intransigente que el entorno directamente ligado al presidente. Y seguramente, tarde o temprano, le pasará factura.

Recientemente Vázquez dio a conocer a las personas que integrarán su gabinete. Sin tomar en cuenta a los futuros subsecretarios, el mismo quedará conformado por tres ministros del Movimiento de Participación Popular (MPP), cuatro del Frente Líber Seregni (FLS), cuatro independientes, uno del CAP-L, un socialista y un comunista. Del primer gobierno de Vázquez se reiteran en sus mismos puestos Danilo Astori (Economía, FLS), Marina Arismendi (MIDES, P. Comunista) y Víctor Rossi (MTOP, FLS). María Julia Muñoz (Independiente) que anteriormente se desempeñara en Salud, ahora será ministra de Educación.

De los ministros del gabinete de Mujica, repiten en sus cargos Eduardo Bonomi (Interior, MPP), Liliam Kechichian (Turismo, FLS), Eleuterio Fernández Huidobro (Defensa Nacional, CAP-L) y Tabaré Aguerre (Agricultura y Pesca, Independiente).

A ellos se suman Rodolfo Nin Novoa (Relaciones Exteriores, FLS), Carolina Cosse (Industria, MPP), Jorge Basso (Salud, P. Socialista), Ernesto Murro (Trabajo, Independiente), Eneida De León (Vivienda, MPP),  Miguel Ángel Toma (Secretaría de Presidencia, Independiente) y Juan Andrés Roballo (Prosecretaría de Presidencia).

Lo primero a señalar es que se trata de un gabinete agotado, con un promedio de edad de 65 años. Lo segundo es que varios nombres del anterior gabinete del propio Vázquez y del actual de Mujica se repiten en la instancia, a pesar de que ni unos ni otros se encuentran precisamente signados por el éxito y, por el contrario, varios de ellos se encuentran inmersos en la polémica, cuando no bajo sospechas de irregularidades en la Administración. Lo tercero es que Vázquez antepuso a los hombres de su confianza por encima de cuotas políticas. Seguramente haya optado por evitar especulaciones improductivas, truncar expectativas y evitar presiones desde su propia interna. En principio no puede evaluarse que la decisión sea ni buena ni mala, pero lo cierto es que originó un notorio malestar del MPP del presidente Mujica que, a través de la senadora Lucía Topolanski, aseguró que “teníamos algunas sugerencias (de nombres) que nos hubiera gustado hacer -entre ellos algunos candidatos «importantes» para conformar el equipo económico, que no tiene presencia del MPP- pero sabemos que el equipo del Poder Ejecutivo lo decide el presidente». Cabe recordar que la esencia del triunfo electoral del FA se debe precisamente al MPP, que derrumbó un histórico arquetipo que marcaba que el sector que predominaba en una elección, inevitablemente disminuía en la siguiente debido al desgaste ejercido en su función, fuera de gobierno o de oposición. De hecho, en la interna frenteamplista la lista 609 del MPP ha sido clara mayoría en las últimas tres elecciones. Lo cuarto es que, como se presumía, Vázquez no le dio participación a la oposición: formó un gabinete de un solo color.

Aparecen ahora muchos nombres controversiales. Entre ellos, el de Víctor Rossi, el ex y futuro ministro de Transporte que -a pesar de que el propio Vázquez admitió que en ese tema “nos equivocamos”- hasta hoy sostiene que “la asociación de la ex aerolínea PLUNA S.A. con Leadgate fue la mejor opción”. Ello a pesar de que esa asociación finalizó con el cierre de la aerolínea y el procesamiento por el “delito continuado de estafa especialmente agravada” de sus directores, quienes no pudieron acreditar ante la Justicia ni siquiera la inversión inicial por la que adquirieron el 75% de PLUNA S.A., según el fallo judicial. Y a pesar de que, como se recordará, el Estado fue la garantía para la compra de los siete aviones Bombardier que la empresa adquirió por 203 millones de dólares en una operación financiada por el Scotia Bank de Canadá y que desde el cierre en 2012 y tras dos subastas (una sin oferentes y otra que es investigada en la justicia) finalmente, hace pocos días, tras la autorización de la jueza del concurso encargada de la liquidación de la aerolínea, fueron “malvendidos” a la firma Strategic Air Finance (SAF) por sólo 77 millones de dólares.

Además, no están exentos de aprensiones ni suspicacias, por temas que son de orden público, Astori, Fernández Huidobro, Nin Novoa o Arismendi, ni destaca precisamente por su gestión Muñoz impulsando el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), ese que determinó en el papel, entre otras cosas, que la consulta con un especialista, tanto en salud pública como en las mutualistas, debe concretarse en menos de un mes y en la práctica casi siempre demora tres meses.

En ese escenario, el desafío es considerable. Pero no hay que perder de vista que fue el propio Vázquez quien eligió a sus compañeros de ruta y quien optó por dejar afuera a quienes, a su juicio, no reunían las condiciones para acompañarlo en el ejercicio de gobierno.

Con todo, que el Gabinete haya terminado pintado de un solo color es una guía más fácil para acreditar, a futuro, éxitos y fracasos.

Y eso no está nada mal.