Juan Silveira pidió licencia sin salario a su cargo de gerente y recibió subsidio de vicepresidente: cobra pero no trabaja.
El jerarca explicó a El Observador, de todos modos, que si se suman al sueldo la partida de alimentación y una prima de 25% por estar “a la orden”, en realidad hubiera cobrado más si se reintegraba a la gerencia. “Yo no pretendo tener un derecho más que otros, tampoco tener menos derechos, y más cuando yo no estoy ni garroneando ni sacándole cosas al Estado”, dijo Silveira a El Observador el viernes pasado en su despacho.
LA HISTORIA:
En 1976 Juan Silveira ingresó por concurso a AFE como ayudante de telegrafista. Luego fue encargado de boletería y encomiendas en la estación de Peñarol (Montevideo). Su carrera continuó hasta llegar a cargos gerenciales y, en paralelo, participó junto a un puñado de militantes de izquierda de la fundación del sindicato de trabajadores del ente, la Unión Ferroviaria, en 1983. Cuando el Frente Amplio llegó al gobierno se le abrió la posibilidad de escalar. Fue así que en junio de 2008 lo nombraron integrante del directorio en calidad de director. Al mantenerse la coalición de izquierda en el Poder Ejecutivo, Silveira pudo continuar con su ascenso, y en 2010 llegó a ser vicepresidente. Pero la disconformidad del presidente José Mujica con su gestión y la del presidente de AFE de entonces, Alejandro Orellano, puso fin a sus días en el directorio del ente.
En abril de 2012 Silveira fue relevado de su cargo, y lo natural hubiera sido que regresara al puesto que mantenía en reserva, como gerente de pasajeros. Ello, sin embargo, no ocurrió. El funcionario prefirió quedarse en su casa casi un año cobrando un sueldo del ente, en vez de reintegrarse a las tareas de gerente.
Silveira pidió licencia sin goce de sueldo a su cargo de gerente de pasajeros que mantenía en reserva, para luego tramitar un subsidio en base a una ley de 1979 con su actualización dada en el Presupuesto 2010-2014. Esa norma permite a los funcionarios con cargos electivos, políticos o de particular confianza solicitar un subsidio correspondiente a 85% de su salario por un plazo tope de un año. La ley impide a los funcionarios que tramitan un subsidio recibir a la vez un salario de otro cargo público, y por eso Silveira pidió licencia al cargo de gerente. Cuando él tramitó el subsidio, el departamento jurídico de AFE entendió que podía acceder al beneficio por haber sido cesado en su cargo de vicepresidente. Envió, a la vez, una consulta a la Oficina Nacional de Servicio Civil para pedir una opinión. Esa repartición del Poder Ejecutivo compartió la visión de AFE, y por lo tanto Silveira empezó a cobrar sin trabajar. Durante algunas semanas, mientras esperaba la respuesta de Servicio Civil, Silveira usó días de licencia que tenía pendiente en la empresa.
Según los registros de AFE, en 2011 Silveira cobraba un sueldo nominal de $ 93.243 por su cargo de vicepresidente, cuando el salario de su puesto original era de $ 51.870. En setiembre de 2012 ya cobraba el subsidio por el cese de la vicepresidencia, de $ 69.827, es decir, una diferencia a su favor de $ 18 mil por quedarse en su casa.
TAMPOCO ES PARA QUE SE RÍA:
La Contaduría General de la Nación (del Ministerio de Economía y Finanzas) elaboró un instructivo el 16 de febrero de 2012 con detalles del trámite para que los funcionarios accedan al subsidio. En su punto cuatro habla de los casos donde un jerarca pide subsidio pero a la vez tiene cargos públicos en reserva. “Para tener derecho a la percepción del subsidio es necesario que se renuncie al cargo en reserva a lo sumo en la fecha de cese en el cargo con derecho a subsidio. Si esta se produjera luego del cese, no se podrá percibir el subsidio”, dice el instructivo de la CGN.
Para Silveira ese instructivo se refiere a la Administración Central y, por lo tanto, no es vinculante con AFE porque es un ente autónomo.
Sin embargo una funcionaria de la CGN, que pidió mantener su nombre en reserva, explicó a El Observador que el espíritu de la ley apunta a dar una asistencia económica al funcionarios público que se queda sin trabajo, cosa que no ocurrió con Silveira. En ese caso el funcionario apela a la ley que da el beneficio con un alcance general a los jerarcas con cargos de confianza, pero se aferra a la autonomía de la empresa para argumentar su proceder.
Silveira volvió a su cargo cuando en abril de 2013 el entonces presidente de AFE, Jorge Setelich, pidió que se reintegre a la plantilla.
El 4 de abril de 2008, antes de asumir por primera vez en el directorio de AFE, Juan Silveira publicó una carta de renuncia y despedida a la Unión Ferroviaria, en la publicación del sindicato llamada “El ferroviario”. Allí cuenta por qué aceptó el ofrecimiento del gobierno, y repasa algunas de sus ideas sobre el tren. “Si acepto ahora (el cargo en el directorio) es porque pienso que es posible aún salvar al ferrocarril y volcarlo realmente de cara al país productivo (…). De no ser así, con la misma tranquilidad de espíritu con que acepté el cargo, volveré a mi lugar de trabajo, pues antes que nada soy ferroviario y quiero al ferrocarril, su recuperación, pero no de cualquier manera ni a cualquier precio”, escribió.