Gerhald Acosta se llevó una gran sorpresa el pasado lunes cinco de enero cuando en medio de la carretera un vehículo que venía desde Carmelo frenó para levantarlo mientras hacía dedo.
Según contó Acosta a El Observador, ese día llegó a trabajar a Montes del Plata, pero su cédula estaba vencida por lo que no lo dejaron ingresar. En la ruta ya y «haciendo dedo» vio parar un auto con matrícula oficial junto a otro vehículo, del cual se acercó un hombre y le preguntó hacia donde iba: “Le conté lo que me pasó y le dije que iba para Juan Lacaze. Me dijo que me podían llevar hasta Anchorena y que me subiera en la camioneta que estaba adelante. Cuando subí dije: «A esta mujer yo la conozco». Era Lucía, con la perra Manuela y Pepe venía sentado adelante.No podía creer que el presidente me estaba llevando”.
«El viaje fue corto, pero ellos fueron muy amables. Al bajar les agradecí muchísimo porque no cualquiera ayuda a alguien en la ruta y menos un presidente”, dijo el hombre, y confesó que «al final perdí un día en la fábrica pero valió la pena por la experiencia”.