Aunque reconoce deficiencias en las gestiones oficialistas, encarará su campaña con la prioridad de proyectar la ciudad a largo plazo. “Si algo tengo claro es que no hay que perder tiempo buscando los culpables”, dijo en entrevista con El Observador.
Martínez pretendía llegar a la intendencia cinco años antes, pero una alianza entre el MPP y los comunistas postuló a Ana Olivera como candidata única del oficialismo para la capital y bajó al dirigente de su aspiración.
En su segundo intento, Martínez advierte que es posible cambiar la cabeza de los municipales de acuerdo a un modelo de organización horizontal, con características empresariales, que incluya bonificaciones por metas cumplidas, diálogo, trabajo conjunto entre áreas y una clara cadena de mando. “Hay que tener reglas de juego donde claramente hay decisiones y objetivos que hay que cumplir y no hay tutía que valga. La línea de mando debe ser muy fuerte”, agregó.