Tras el anuncio que hizo ayer en El Espectador José Coya, presidente de Ancap, sobre la certificación de 20 “trampas” de petróleo en Salto y Piedra Sola, se empezaron a conocer más detalles sobre la que ha sido llamada una gran noticia para la petrolera estatal. Ancap la definió como “un mojón en la explotación de hidrocarburos en Uruguay”.
El hallazgo anunciado por la australiana Petrel, socia mayoritaria en la multinacional Schuepbach, no implica que se haya “encontrado” petróleo, sino que se empezará a perforar.
En esta segunda etapa, la empresa tiene previsto realizar un llamado internacional con el objetivo de licitar siete bloques para exploración y producción en un área de unos 10.000 kilómetros cuadrados que en Artigas, Salto y Rivera. Entre este año y el 2017 se realizarían cuatro pozos.
De acuerdo al gerente de Producción y Exploración de Ancap, el doctor en geología Héctor de Santa Ana, los actuales precios del crudo no ponen en riesgo la rentabilidad de los proyectos en tierra firme. De Santa Ana dijo a El País: «Aunque el petróleo esté en US$ 20 yo creo que los proyectos onshore en nuestro país no pestañean». Esto se debe a que –según explicó- los costos de la perforación onshore son muy inferiores a los de la perforación en altamar.
Un pozo en el offshore puede estar entre US$ 100 millones y US$ 250 millones. En tierra son entre US$ 3 millones y US$ 10 millones. Estamos hablando de guarismos de hasta 30 veces mayores», dijo De Santa Ana a El País.
De Santa Ana también destacó que el tipo de contrato que Ancap ha firmado con Petrel es inédito: la petrolera estatal obtendría un 73% de las ganancias. El jerarca dijo a la diaria: “No hay ningún país con inversiones de frontera que tengan valores tan altos”.