La planta ubicada en Nueva Helvecia (Colonia) vive horas de tensión desde hace varios días luego que se comunicara el despido de 110 trabajadores. La Federación de la Industria Láctea (Ftil) no aceptó las remociones y los obreros se están presentando a sus puestos habituales, con la ausencia de los gerentes de la empresa.
Si bien la empresa mantuvo ayer su postura de aplicar la reestructura para permanecer en Uruguay para dedicarse únicamente a la elaboración de manteca y leche larga vida (UHT), el gobierno confía en que podrá “encontrar una salida”, dijo una fuente del Ejecutivo a El Observador.
En la reunión estuvieron presentes los ministerios de Trabajo, Industria y Ganadería, además del secretario ejecutivo del Instituto Nacional de la Leche, Gabriel Bagnato.