«Hay un grupo de jóvenes que viene de noche a la escuela y consume bebidas alcohólicas, entre otro tipo de drogas. Son del barrio y no de otro lado», dijo la inspectora departamental, Nancy Núñez.
La Escuela 87 de Paysandú viene siendo víctima de vandalismo, hurtos, destrozos en cañerías e instalaciones eléctricas y edilicias.
A esto hay que sumarle las amenazas, insultos y agresiones que reciben de forma diaria los maestros de la escuela, según informa hoy el diario El Telégrafo.
a situación ha generado problemas de presupuesto a esta institución educativa, que gasta en promedio más de dos mil pesos por semana en reparar los vidrios que un grupo de vándalos rompe.
Para este comienzo de clases hay tres salones que no podrán ser utilizados porque fueron robadas las chapas del techo. Desde Inspección de Escuela están haciendo todo lo posible para controlar y terminar con esta situación.