Por Manuel Rivoir
Desde el Templo Valdense podíamos oír las risas de los presentes que estaban escuchando entusiasmadísimos a una mujer narrar anécdotas populares del lugar. El programa anunciaba que luego habría una charla sobre la genealogía de las familias de los valles Valdenses. El delicioso aroma a waffles recién hechos inundaba la plaza Doroteo García. Sentados bajo las inmensas pitas, unos banderines de colores le daban el toque festivo al lugar, mientras vemos varios niños y niñas pasar vestidos con trajes rojos, verdes y blancos que se aprontaban para bailar danzas piamontesas en la calle. Nuestros sentidos se potenciaban, todo era alegría y color, porque La Paz Colonia Piamontesa estaba de fiesta. Un fin de semana con variadas actividades para toda la familia en torno a la identidad y cultura piamontesa nos invitaba a quedarnos. La primera edición del Lou Fëstin estaba comenzando.
Más de 250 personas pasaron por la villa el pasado fin de semana, disfrutando de un festival polifacético, familiar y muy auténtico, acompañado del encanto del lugar y sus raíces. Quienes estuvieron por allí pudieron dejarse envolver con las hermosísimas y pícaras canciones en dialecto patois que el coro local Fé ël cant entonaron con entusiasmo en la Capilla de la Santa Cruz y en el Templo Valdense. También por primera vez en la zona un grupo de niños y adultos se creó, se capacitó y bailó danzas típicas piamontesas brindando alegría y movimiento a la tarde. Sobre la tardecita un grupo de escolares interpretaron breves obras de teatro, creadas por ellos en torno a la temática género. Para cerrar el sábado, el típico baile “el bodegón” fue rescatado y organizado en un galpón del ex comercio Bonjour. La ambientación en torno a un túnel del tiempo, luces de colores, mesas dispersas en el espacio, y música típica acompañaron el jolgorio en un ambiente muy familiar.
El domingo festivo empezó con paseos guiados en canoas por el Río Rosario a cargo del Club Naútico Concordia. Hacia la tarde el frío del día no logró aplacar las ganas de niños y niñas de la Escuela Nro 9 que cerraron la calle frente a la misma para desplegar una inmensa cantidad de juegos y juguetes creados con materiales de desechos en los talleres de ecología. Invitaron a todos los adultos que anduvieron a la vuelta, orgullosos y con ganas de mostrar sus creaciones. La tarde seguía con la pintada de una frase en patois en un mural cercano a la plaza; la misma versaba «Ascoùn lou pan e la touma qu’ arriva gent» (“Escondé el pan y el queso que llega gente”), surgió de un encuentro que se realizó a principios de mes con familias de origen piamonteses donde intercambiaron dimes y diretes del patois. El interés por el mismo da lugar a un curso del dialecto que se estará realizando en la Escuela del Hogar de La Paz C.P. (interesados comunicarse al 099405576).
La tarde continuó con una nueva interpretación del grupo de danzas piamontesas y las canciones en patois a cargo del coro local. El Lou Fëstin cerró con un tradicional falò (fogón) en el puente Negro en una de las primeras noches frías del año. Bajo la hermosísima luna menguante y fina, acompañado del calor y la ambientación del fuego, los presentes se deleitaron y bailaron con la música de artistas locales y nacionales como Rossana Taddei. Risas, alegrías, sorpresas, intrigas, emociones, aromas, sonidos, momentos fotografiados por familias de la zona que este pasado fin de semana disfrutaron del primer Lou Fëstin.
Nuestros agradecimientos a quienes concurrieron, a las comisiones co-organizadoras, a los vecinos y vecinas que colaboraron de forma voluntaria, a los artistas, a las instituciones locales, a Cultura y Turismo de la Intendencia de Colonia, a Centro Mec, a Kalisay, al equipo de Cosas de Pueblo de Uruguay Integra, a nuestros colegas de Chapicuy, y a todos y todas quienes apoyaron para que este proyecto se haga realidad.
¡Nos vemos en la próxima edición! Movimiento Lapaceño e idem intervenciones
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