Por Ignacio Zuasnábar
El Frente Amplio lidera de forma holgada la intención de voto en la capital. Cuando se pregunta a los montevideanos a qué partido votará, 53% afirma que lo haría por el Frente Amplio, 23% al Partido de la Concertación, 1% al Partido Independiente, 1% a Unidad Popular, 6% se inclina a votar en blanco o anulado, y 16% se manifiestan indecisos.
Estos datos constituyen un escenario propicio para que el Frente Amplio retenga el gobierno departamental, que encuestas previas de Equipos MORI de fines del año pasado ya señalaban.
De hecho, la diferencia entre ambos bloques incluso aumentó desde noviembre a ahora.
Los resultados a favor del FA son todavía más abultados cuando se pregunta a los montevideanos a qué candidato votaría en las próximas elecciones (ofreciendo un menú con todos los candidatos).
El 29% se inclina por Daniel Martínez, otro 29% por Lucía Topolansky, 1% por Virginia Cardozo, 12% por Álvaro Garcé, 5% por Edgardo Novick, 3% por Ricardo Rachetti, 2% por Gustavo López de Unidad Popular y 1% por Iván Posada del Partido Independiente, mientras que 4% votarían en blanco o anulado y 14% permanecen indecisos.
En este caso la suma de los candidatos del FA trepa al 58%, y la de los candidatos de la Concertación al 20%.
En resumen, el punto de partida es muy favorable al Frente Amplio, y existe un panorama muy competitivo entre sus dos principales candidatos: Lucía Topolansky y Daniel Martínez.
La campaña recién comienza y muchos ciudadanos recién están “entrando en calor” en su proceso de reflexión.