El brote comenzó en la ciudad de Ode-Irele, en el estado de Ondo, Nigeria y se propagó rápidamente. El trastorno, cuyos síntomas son visión borrosa, dolor de cabeza y pérdida de conciencia, mató a los pacientes a las 24 horas de enfermarse.
Se informó que los funcionarios de salud locales junto con expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) están en la ciudad tratando de identificar la enfermedad.
Un portavoz del gobierno de Ondo, Kayode Akinmade, señaló que los análisis de laboratorio realizados hasta ahora descartan que se trate de ébola o de algún otro virus conocido.
Akinmade describió la patología como «misteriosa» y agregó que funcionarios de salud, expertos del gobierno y de agencias de ayuda, además de epidemiólogos de la OMS, habían llegado a Ode-Irele para investigar la situación.
La causa de esta extraña enfermedad todavía es desconocida pero se tomaron muestras y éstas fueron llevadas al Hospital Universitario de Lagos para verificar la causa.
El Comisionado de Salud estatal, el doctor Dayo Adeyanju, le dijo al periódico nigeriano Premium Times que la enfermedad no identificada parece estar atacando el sistema nervioso central.
Agregó que tanto él como su equipo habían realizado «una visita de campo con miembros de la OMS, Unicef, y el Centro Nigeriano para el Control de Enfermedades».
Se informó que se tomaron muestras de sangre y orina de dos de las víctimas y del líquido cefalorraquídeo de otra.
Algunos de los pacientes habían sido puestos en cuarentena en una sala especial en el Hospital General de Ode-Irele.
La enfermedad no está vinculada al virus de ébola. Los residentes no deben temer ya que estamos trabajando para reducir la propagación, pero todavía no se sabe si la enfermedad es contagiosa.