«Después de 25 años defendiendo el escudo del equipo más grande del mundo, llega un día difícil en mi vida deportiva: decir adiós a una institución que me lo ha dado todo. Con nueve años vestí por primera vez la camiseta del Real Madrid y vi cumplido mi sueño», aseguró en un discurso que se extendió durante diez minutos.
«Son treinta segundos pero tardaré casi una hora», bromeó ya con las lágrimas cayendo de sus ojos, cumpliendo con la promesa que poco antes había hecho a los fotógrafos.
«Vais a tener otra, con las lágrimas», dijo rodeado por los flashes y una multitud de medios de prensa.
Tras 16 temporadas en el primer equipo y un total de 25 años en el club -se incorporó a la disciplina blanca en 1990, cuando tenía nueve años-, Iker Casillas recordó que durante ese tiempo ha «sufrido, llorado y disfrutado» junto a los seguidores madridistas, por los que «siempre» se ha sentido querido y acompañado, «tanto en los buenos como en los malos momentos», remarcó.
«El Real Madrid me ha formado como deportista y persona y me ha ayudado a crecer con los valores que defiende este escudo: respeto, compromiso y sobre todo la humildad», subrayó.