El sindicato del INAU se reunió en la jornada de ayer sobre el mediodía en asamblea para analizar los fallos y concretar cuáles serán las medidas a tomar ante el procesamiento de 26 funcionarios del Sirpa como autores y coautores de tortura. A pesar de que pesa la declaración de esencialidad que adoptó el Gobierno ante cualquier tipo de acciones que se puedan tomar, los funcionarios decidieron declararse en huelga por tiempo indeterminado; según informa El Espectador.
Afirman que se hizo un operativo de inteligencia para «linchar» a los funcionarios y someter al poder al sindicato.
El propio Joselo López dijo que «montaron una campaña para arrancarle la cabeza» y consideró ridículo el procesamiento por «torturas».
El dirigente Joselo López dijo que hablará oficialmente de lo que pasó, en la asamblea, pero adelantó a El Espectador algunas reflexiones.
Entre ellas el hecho de haber sido procesado, él y sus compañeros, por una ley que acusa a culpables de genocidios y dictaduras, lo que consideró como un «disparate».
El dirigente renunció a la vicepresidencia del Pit-Cnt, pero continuará al frente de la secretaría general de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), que garantizó su respaldo, y como presidente del sindicato de INAU.
Desde que se conoció el fallo del juez Gustavo Iribarren, donde procesó a 17 funcionarios del Sirpa en calidad de autores, con prisión, pero también a otros 9 en calidad de coautores, sin prisión, entre ellos Joselo López, comenzaron los pasajes de facturas a todos los niveles y las acusaciones cruzadas.
Lo concreto es que los abogados de los funcionarios procesados están apelando este sábado el fallo para lograr, en primera instancia, la excarcelación de sus defendidos, aunque se estima es algo difícil por la tipificación que les fue imputada, la del delito de torturas.
Desde el sindicato de INAU y la propia COFE, no solo se rechaza el fallo, sino que se acusa lisa y llanamente al Gobierno de Tabaré Vázquez, de haber orquestado y puesto en práctica una campaña para descabezar a un dirigente como Joselo López y también a un sindicato considerado díscolo, como los nucleados en COFE.