OPINÓN – Indudablemente vamos bien. Yo diría que cada vez mejor. Sobre todo mirando hacia las generaciones que vienen creciendo de cara al futuro. De cualquier manera no descubrimos nada. Hace muchos, muchos años, miles diría; alguien dijo por ahí, y lo dejó escrito, cuestión de que pudiera corroborarse; – porque no se equivoca – que, «a lo malo le llamarían bueno, y a lo bueno le llamarían malo». Ni más ni menos que el reino del revés; de la hipocresía, de la mentira; aquella que se esconde detrás de «una cuarta verdad» que quiere dibujarse con argumentos mediáticos, resultadistas políticamente; y con el afán de «caer bien » en un mundo que quiere que se le diga «lo que quiere escuchar», y no la verdad «de la milanesa».
Vamos bien. Indudablemente bien dirigidos; hacia un mundo sin valores, donde las miles de «huecas filosofías» que aparecen día a día con sus falsos maestros se llenan la boca con la palabra «amor»; pero inducen al «vale todo»; a las «paramétricas igualitarias»; porque todos somos «iguales»; burdas mentiras que se esconden detrás de «cuartas verdades», ni «medias»; porque si hay algo que el Creador nos ha dado es una identidad única; diferente, libre, con un propósito específico, como componente si, de un cuerpo de un tejido único; una misma esencia eterna.
Pero como vale todo, hasta los falsos maestros que lucran «espiritualmente» con la ignorancia de este mundo, se van insertando y no puede llamar la atención, como tantas otras cosillas que; como la «culebrilla» han ido ganando terreno sigilosamente,
Nada puede llamar la atención, si la corrupción política se ha sacado la «careta» a nivel mundial y el mundo sigue andando como si no pasara nada ; y el Uruguay también, sigue andando lamentablemente sometido a ese mundo; un Uruguay que con tres millones y poco más de habitantes , -un país totalmente autosustentable- se ha desmadrado, a nivel social, donde los límites casi no existen; – lo vemos todos los días – , o no ; pero… ¿Quién le pone el cascabel al gato?, cuando insertos en esa globalización que es mas pérdida que ganancia, se le dice a todo o casi todo que SI por un voto; por un voto de simpatía a veces ; porque un NO, saca a relucir de inmediato las palabras de moda: autoritarios, (porque ya no sabemos discernir hoy día entre autoridad y autoritarismo) retrógrados – discriminación – etc. ; pues parece ser que en el siglo XXI a lo anormal, hay que llamarlo normal; cuando indudablemente por más que se puedan aceptar y respetar cosas; no tenemos que torcer el estado natural de las cosas. Hay cosas que son, y… hay cosas que son, pero tergiversadas y el hacerlas notar no implica nada de lo anterior. Si no, déjeme decirle, no vamos tan bien.
Por eso lo del principio, han cerrado muchas fábricas, y plantas de otros rubros cerraron sus puertas, otras están ahí, en Colonia y en nuestra región cercana lo hemos vivido en carne propia, muy cerca, nadie nos lo contó; pero la pregunta es esta, …¿Queremos hoy los uruguayos trabajar?…¿Queremos meter las ochos horas?… ¿Queremos forjar una ciudadanía con hábitos laborales ?…o por ahí estamos pensando en niños, que serán los adolescentes del mañana, los hombres del futuro; construyendo un país desde «la industria de la marihuana». La verdad, cuando era chiquito, ni ahí, ni queriendo soñaba con un país diseñado hoy, de esta manera.
Pregunto, sin camisetas, sin ataduras; ¿Hacia dónde vamos?… ¿Vamos bien?