El comunicado de la Asociación del Interior de Árbitros de Fútbol (AIAF) daba cuenta que ningún árbitro iba a estar a disposición de la Organización del Fútbol del Interior entre el viernes y el domingo.
De todas maneras se intentaron algunos acercamientos y hubo reuniones tendientes a que se retirara la nota y se actuara con normalidad en aquellos lugares donde nada había pasado.
Era obvio suponer que con una severa sanción a Durazno y al propio estadio “Silvestre Octavio Landoni” se podía solucionar el problema.
Se sabe desde dónde provino la piedra que impactó en la espalda del asistente y hasta la policía duraznense tiene plenamente identificado al agresor, por lo que las demás selecciones no deberían ser rehenes de esta situación.
Sin embargo la decisión de la AIAF es irreversible, pero además, justo es escribirlo, esto ya estaba anunciado desde antes del comienzo del certamen cuando Walter Brajús mantuvo una reunión con Gustavo Bares.
En esa oportunidad quedó claro que ante cualquier situación de agresión, se paralizaba la próxima actividad del certamen.
Ahora se buscan soluciones para no atrasar el certamen teniendo en cuenta que ya hay un partido atrasado y es el que deben jugar los equipos de Durazno y Flores.
Sobrevienen casi inmediatamente dos interrogantes: ¿cuándo se jugará? y ¿dónde?
Se dice que podrían fijarlo para el próximo lunes, pero hasta la tarde de ayer no estaba confirmado.
Y se establece que se podría jugar a puertas cerradas en el mismo estadio duraznense.
Resta saber qué pasará con la enorme cantidad de aficionados que estaban en el estadio y que ya habían pasado por boleterías y que no vieron el espectáculo para el cual pagaron.
Es una alternativa que la Organización del Fútbol del Interior tendrá que confirmar -o no- en estas horas, y además la confirmación que toda la etapa de este fin de semana pasa automáticamente a jugarse el miércoles y con los mismos detalles que fueron fijados oportunamente.
Informe/Foto: Diario Norte