OPINIÓN – Compartimos un pequeño resumen de todo lo acontecido en la Comisión Investigadora sobre ANCAP y en el detallado Informe Final que presentamos el pasado lunes 15.
Intentamos hacer nuestro trabajo de forma técnica basados en los hechos, sustrayéndonos de toda connotación política y enfocándonos en los hechos a través del estudio de documentos y las citas en la Comisión Investigadora.
“ANCAP era, tal vez, una de las dos empresas públicas del país que funcionaba mejor”, afirmó el Intendente de Montevideo, Daniel Martínez, ex Senador y ex Presidente de ANCAP en el período 2005 a 2007.
Entonces: ¿Qué pasó? ¿Cómo se llegó a esto?
Parafraseando a Jorge Luis Borges, podemos buscar la “causa remota “de esta “Historia Universal de la Infamia” en una sola decisión, un acto, un efecto. El “Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas del año 2005” fue esa causa que logró el “efecto mariposa” que nos deja en este caos.
Gracias a las condiciones de este acuerdo, ANCAP se hizo de 450 millones de dólares por año para devolver a largo plazo y en condiciones muy favorables. Cual adolescente que cumple su mayoría de edad y le entregan una tarjeta de crédito, se encontró con que podía gastar mucho y pagar el mínimo del resumen mensual.
Durante la Presidencia de Daniel Martínez, entre el 2005 y el 2007, con ese dinero se buscó primero ordenar los aspectos financieros. Pagar compras de crudo al contado y no pasar zozobras. Pero esas sensatas primeras decisiones fueron seguidas por otras que fueron determinantes para llegar a donde estamos hoy:
Se removió al Gerente General y fue sustituido por un Comité Gerencial, con consecuencias desastrosas. Martínez se definía como Presidente/Gerente General.
Cuando se fue en 2007 y asumió Sendic, esa estructura colegiada que debía ser ejecutiva, no lo fue. Faltó quien mirara con tranquilidad el mediano y largo plazo y quien ejecutara con eficiencia.
En este contexto, se llevan adelante inversiones como la planta desulfurizadora o las plantas de cemento portland.
En el medio, ANCAP queda sin Gerente Financiero, esencial para una empresa con estas características. Es en este contexto que surge una concepción desarrollista, representada en el Parlamento por el senador Otheguy (Sendic) y la diputada Galán (MPP) que afirma que las empresas públicas como ANCAP “no tienen que necesariamente dar ganancias” y que “no es malo que exista déficit”, acompañada de frases como “muchas veces es necesario que los balances reflejen perdidas”, o «¿Quién dice que tienen que cerrar las cuentas de ANCAP?».
En definitiva, se juntó dinero a crédito en abundancia, sin un capitán que dirigiera, con ausencia de un contramaestre financiero y con una tripulación que bailaba alegremente valses de déficit, pérdidas y desarrollismo. Todo era alegría en ese “TITANIC”.
Mientras tanto, desde Economía, se canceló dos veces el crédito original, volviendo a permitir contraer más deuda. Esta deuda se seguía metiendo en proyectos que constantemente terminaban costando más que lo inicialmente previsto:
Plantas de Cemento: originalmente 120 millones de dólares. Terminó costando 480 millones de dólares.
Planta Desulfurizadora: originalmente150 millones de dólares. Terminó costando 420 millones de dólares.
Planta de cal: originalmente 147 millones de dólares. Terminó costando 147 millones de dólares.
A esto, se sumó la política de agregar biocombustibles en los combustibles vendidos por ANCAP. Esto fue apoyado por todo el sistema político. Así, ALUR pudo trasladar todos sus costos e ineficiencias a ANCAP, lo que tiene un costo anual de 100 millones de dólares.
Con tanta plata dulce, apareció el populismo electoral. El presupuesto de publicidad pasó de 0 en 2005 a 10.7 millones de dólares en 2013 y 2014 (año electoral). Además, en ALUR, en 2014, violando la ley, ingresaron 100 personas. También en ALUR la publicidad pasó de 0 en 2005 a 16 millones de pesos en 2009 (de nuevo, año electoral).
La empresa contratada en ALUR fue luego contratada por ANCAP. Su titular dice ser conocido del entonces director general de ALUR, y le mintió a la Comisión del Senado. La pauta de publicidad fue colocada en radios que no emitían y que pertenecen a correligionarios y candidatos a Alcalde.
Se contrataron estudios de factibilidad a entidades que a su vez contratan a correligionarios candidatos a puestos municipales.
Y con esto, grandes fiestas de 600.000 dólares e inauguraciones. También se inauguró (casualmente dos meses antes de la Elección Nacional), la planta de cemento en Minas. Se corta la cinta, se festeja, pero la misma recién estaría pronta un año y dos meses después.
El circo se hace presente con toda su fuerza.
En medio de todo este circo, se dan cuenta que con sociedades anónimas de derecho privado que pertenecen a ANCAP pueden eludir controles, y hasta contratarían sin licitación competitiva a un empresario brasileño de fletes por 8 millones de dólares.
En medio de esta nueva visión, no se le presta atención al aumento de costos internos del negocio principal: los combustibles.
Cuando reclaman, en enero de 2015, ya era tarde.
Desde la oposición lo veníamos advirtiendo, gritando.
Pero no escucharon. Ni a nosotros ni a las auditorias que decían lo mismo.
Así, año tras año, se acumulan pérdidas de cientos de millones de dólares y el patrimonio se reduce de 1.000 millones de dólares a 400 millones de dólares.
El déficit de ANCAP termina incidiendo en el nacional. Un tercio del déficit nacional es por ANCAP.
Posiblemente, la actividad de la Comisión no haya sido suficiente para el esclarecimiento completo, porque las Comisiones Investigadoras parlamentarias tienen potestades limitadas, y a ésta,además, se le acotó el tiempo de actuación.
Porque, además, al amparo de esas limitaciones, muchos involucrados esenciales se negaron a declarar, desafiando las pautas que, en otras épocas, marcaba la decencia.
Hemos encontrado ilegalidades e irregularidades.
Ahora le corresponde actuar a la Justicia.
Ya han dicho que se removerá al Directorio, y que se contratará un Gerente Financiero.
Es bueno que esté ocurriendo.
Es de esencia del Estado de Derecho la existencia de contrapesos al poder, el funcionamiento de los controles y, en definitiva, la responsabilidad de los agentes públicos.
La rectificación de errores y horrores en la gestión futura, y el llamado a responsabilidad de quienes han actuado irregular e ilegítimamente, dotarán de mayor calidad al sistema político nacional.
En definitiva, nos favorecerá a todos.
“Y dejemos esto aquí, Sancho, que, si mal gobernares, tuya será la culpa y mía será la vergüenza; más consuélome que he hecho lo que debía en aconsejarte”…
Pedro Bordaberry