La bacteria «Wolbachia» infecta de manera natural a muchas especies de insectos pero no a la familia «Aedes aegypti», la que transmite el virus del Zika, el dengue y el chikunguña.
Al introducir la bacteria en un mosquito, el insecto pasa a ser resistente a esos tres virus, por lo que este método podría reducir el número de contagios humanos y llevar a la eliminación local de esos arbovirus (transmitidos por artrópodos).
Los investigadores Cameron Simmons, de la Universidad de Melbourne (Australia), y Scott O’Neill, de la Universidad Monash (Australia), están probando la propuesta con trabajos de campo.
Uno de sus temores es que los virus muten, desarrollen resistencia a la bacteria y puedan transmitirse incluso en mosquitos «Aedes aegypti» infectados con «Wolbachia».
Esto podría evitarse incrementando el número o el tipo de parásitos «Wolbachia» en las células huésped, es decir, provocar una «superinfección» al inyectar una nueva cepa de la bacteria en mosquitos que ya tienen una.
Los investigadores permitieron a los mosquitos con la «superinfección» picar a voluntarios enfermos de dengue y determinaron que tenían menos contenido del virus en sus glándulas salivales.
Ese resultado sugiere que esos mosquitos podrían tener menos probabilidades de transmitir el virus al picar a una persona.
Las técnicas para reducir los contagios son de especial interés en este momento en el que el zika está catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una emergencia de alcance internacional.
América Latina es la región más afectada por el actual brote de zika, con 26 de los 30 países y territorios donde se ha reportado la transmisión local del virus.