MUNDO – El ministro de Justicia de Turquía, Bekir Bozdag, informó que se han detenido a más de 6.000 personas tras el intento de golpe de Estado contra el presidente Tayyip Erdogan, ocurrido el viernes en la noche.
«Las operaciones de limpieza continúan», le dijo el funcionario a los medios de comunicación estatales y añadió que el número de detenidos aumentará.
Entre los detenidos se encuentran decenas de militares y jueces de alta jerarquía.
El domingo, más de 50 soldados de alto rango fueron detenidos en la provincia occidental de Denizli.
Erdogan regresó en la mañana del sábado a Estambul horas después de que iniciara el intento de golpe de Estado.
Y frente a una multitud que lo aclamaba en el aeropuerto de Estambul, dijo: «El gobierno está en control».
Recep Tayyip Erdogan, el presidente de mano dura que divide a Turquía
Por su parte, el nuevo jefe interino del estado mayor del ejército, Ümit Dündar— quien fue nombrado en sustitución a Hulusi Akar, capturado por los golpistas y cuyo paradero se desconoce— , también informó que el intento de golpe ya fue «frustrado».
Y el primer ministro Binali Yildim describió el levantamiento como «una mancha negra en el historial democrático de Turquía».
Según las autoridades, el levantamiento y la respuesta para controlarlo dejaron como consecuencia 265 muertos, «la mayoría de ellos civiles» y más de 1.000 heridos.
La televisión turca mostró a decenas de soldados presuntamente involucrados en el intento de golpe rindiéndose, abandonando los tanques con las manos en alto.
El gobierno turco también informó que 29 coroneles y 5 generales fueron apartados de sus cargos, así como unos 3.000 jueces.