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SIN PÚBLICO: «Estamos en el horno», vergüenza ajena y dolor

OPINION – Si el Ministerio del Interior de un país no puede garantizarme que vaya a un partido de fútbol – cuidarme, preservar el orden público, evitar desmanes -porque 300 revoltosos «bien identificables -sin el cuento de las cámaras faciales- le ganan la pulseada a aquellos que tienen poder de decisión, «estamos en el horno» como dicen los pibes hoy.

Una tribuna vacía, 16-17.000 personas de buena voluntad y buenos hábitos en general, no podrán asistir al clásico que ha marcado la historia del fútbol uruguayo y el mundo, porque señores de traje y corbata, que manejan y mal detrás de un escritorio -con cero olor a pueblo aunque tienen una apariencia notable- temas como la SEGURIDAD O INSEGURIDAD -habría que pensar en modificar algún nombre a algún Ministerio- deciden en pocas palabras que esta batalla hoy, ésta puntualmente la ganen «los malos». Señores es hora de reprimir el delito, es hora de reprimir a los delincuentes, con autoridad, no con autoritarismo, ¿a qué estamos jugando?…basta de versos y huecas filosofías, es tiempo de actuar, de poner orden; o vamos a seguir permitiendo que «los chorros» se sigan mirando por TV, en diferentes informativos, se rían, se diviertan, mientras van desangrando a la sociedad; llevándose todos los días alguna vida, desarmando alguna familia. Señores es hora de ponerse los pantalones, señores los de arriba, no le caigamos al funcionario común, señores con poder en la toma de decisiones, hay que cumplir con el deber de cuidar y resguardar al que labura, a los honestos y guardar a los delincuentes. Hoy en el fútbol, pero déjeme decirle que no es exclusividad. Pero esto que pasará en torno al clásico marcará un mojón, y no se puede permitir, al menos omitir decir, que es vergonzoso.

¿Vamos bien?…pregunto. ¿Hacia dónde vamos? Con este mensaje del clásico, no quiero ir por ese lado. Siento vergüenza ajena y dolor, como amante del deporte. Porque en definitiva el futbol es un deporte. Un juego. Señores de traje y corbata. Deberíamos dejar el doble discurso, actuar de verdad, y no coartarle a aquel que quiera disfrutar de un encuentro deportivo lo comparta con el hincha de su equipo o con el hincha del rival, sin dramas.

ALEX HERNANDEZ