Más de 160 personas participaron de las tres charlas sobre “Ofidismo en Uruguay” que la Intendencia de Colonia organizó la semana pasada, y que sirvieron para ilustrar acerca del comportamiento de víboras y culebras, sus patrones de diseño corporal y cómo actuar ante la eventualidad de una mordedura.
La actividad se llevó a cabo en las localidades de Carmelo, Colonia del Sacramento y Juan Lacaze, aunque debido al éxito de las mismas vecinos y autoridades municipales ya se contactaron con la Dirección de Medio Ambiente del Departamento de Planificación, Ordenamiento y Vivienda de la comuna, dependencia que organizó las charlas, para analizar la posibilidad de trasladarlas en el mes de enero a las localidades de Tarariras y Colonia Valdense.
Las charlas fueron brindadas por Ignacio Lombardo, licenciado en Ciencias Biológicas, quien trabajó en el Laboratorio de Sistemática e Historia Natural de Vertebrados de la Facultad de Ciencias, en el Zoológico de Villa Dolores con el mantenimiento de las especies consideradas peligrosas y en el Bioterio de Animales Ponzoñosos (Serpentario), y por las médicas especialistas en Toxicología Clínica, Dra. Florencia del Cioppo Olivera y Dra. Prof. Alba Negrín Avondet, pertenecientes al Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (CIAT) – Departamento Toxicológico, que funciona en Hospital de Clínicas “Dr. Manuel Quintela”.
La exposición del primero ilustró acerca de las características generales de las serpientes, cómo diferenciar entre serpientes venenosas y las que no lo son considerando las confusiones más habituales entre unas y otras, y cómo conocer las especies que frecuentan el departamento de Colonia y, finalmente, apuntó a derribar una serie de mitos y leyendas fuertemente
arraigados en el imaginario popular.
La segunda parte de la disertación brindada por las médicas, en tanto, estuvo dirigida a conocer la casuística, las medidas preventivas, inmediatas y contraindicaciones en caso de una mordedura, la fabricación, almacenamiento, administración y distribución del suero antiofídico (SAO), el rol de los centros asistenciales y las estructuras médicas involucradas.
Algunas cifras
Los fallecimientos en nuestro país provocados por la mordedura de víboras son extremadamente raros, y de hecho, el último del que se tiene noticia tuvo lugar en 1986.
Ese año, el Departamento de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud Pública (MSP) creó un Grupo de Trabajo multidisciplinario asesor en ofidismo, que dos años después fue oficializado como Comisión Asesora Nacional de Ofidismo y hasta la fecha continúa desempeñándose en dicha órbita. Hasta ese entonces la entidad del problema era aún bastante desconocida en Uruguay.
A partir de entonces se decretó que el accidente ofídico debía ser de notificación obligatoria ante el CIAT, y fue a partir de ese momento que se tuvo una noción exacta del problema.
Según datos de dicha dependencia, si bien varía cada año, en promedio puede estimarse que anualmente los casos registrados son sólo alrededor de 55 en todo el país. La mayoría de los accidentes es casual, ya que tiene lugar cuando una persona va a levantar leña de un lugar, al meter la mano en una cueva o en un nido, o por caminar con el pie desnudo o semidesnudo en zonas pedregosas, de pastizales o pajonales.
De las 38 especies de serpientes que existen en el país, solamente 4 son potencialmente peligrosas. Se trata de la Crucera, la Yara (o Yarará), la Cascabel y la Coral. De estas cuatro especies sólo dos causan accidentes en la actualidad, la Yara y la Crucera. En el departamento de Colonia, la única especie presente que causa accidentes es la CRUCERA, y los testimonios acerca de la aparición de yaras generalmente radican en la confusión de quienes las identifican, ya que éstas no habitan en nuestro departamento.
Los ofidios están presentes todo el año, pero su característica de animales ectotermos (de sangre fría) los hace más frecuentes de octubre a abril, en las estaciones o momentos del año más cálidos.