¿Se los imagina?. No, es inimaginable. Porque estos muchachos cuando jugaban con El Tanque, Rentistas, Boston River, Racing, etc., etc., no hacían los papelones que hacen hoy. Porque perder contra esos equipos jugando «estos nenes» como jugaban otros en el tradicional rival; en un 99,9% -como el ADN- no existía. Pero claro, alguno va a decir, eran otros tiempos; claro que sí, si serían. Donde para ver un caño, una moña de Cubilla, una formidable «apilada» de Ruben Paz, una «jopeada» del «pibe de oro» Julio C. Gimenez, «un caño» del Chicharra Ramos, un tiro libre en el ángulo del «Pepe» Herrera no había que poner la tele y esperar que una jugada se la repitieran 100 veces con todas las luces y el color que hoy le ponen «los mercaderes de fútbol»; porque se veían a cada rato, todos los domingos y en cualquier cancha. Y eso es el fútbol «un arte desplegado – dibujado con los pies». Porque para ver un «caudillo de verdad» no era necesario promocionarlos en las «arengas de los túneles» -que se pasan, sirven o no, según el resultado, si no se guardan- o mostrar la cara de malo queriendo asustar al rival aunque del balón «ni hablamos»; sino que uno iba al estadio y por presencia, por estirpe; casi sin hablar -pero haciendo sentir el rigor en cada puja- con una mirada sostenida, directa el contrario sabía quien era «El Tito», «El Indio», «El Chueco» por mencionar algunos.
Y jugaban, jugaban de verdad, y no eran pavadas… aunque fueran otros tiempos y seguramente el valor de ellos no sólo futbolísticamente, si no en el plano económico sería muy superior a la gran mayoría de los muchachos que hoy son más artistas de TV, que futbolistas -salvo raras excepciones- y viva la cara de ellos; pero no me vengan «a hablar de amor», en esto del fútbol. Todo bien, y son los tiempos que corren, pero que aquellos eran de verdad y los de hoy tienen mucho de fantasía y color, no hay dudas.
Por eso no me los imagino al «Tito» el último caudillo; a «El Indio» el gran capitán y al «Nando» el gran goleador zumbeando.
Claro, los tiempos cambian; si es cierto, si cambiarán… aquellos jugaban de verdad e hicieron la gran historia que hoy disfrutan estos chiquilines que bailan muy bien pero en libro aurinegro aún han escrito muy poquito, y eso hay que dejarlo claro.
ALEX HERNANDEZ