El año pasado, a raíz de una nueva agresión a un compañero Inspector de Tránsito, titulábamos un comunicado “están de moda los golpes”, ante la reiteración de estos hechos graves de violencia contra trabajadores municipales.
Lamentablemente, la “moda” no pasa y en lo que va del año a nivel país hemos debido lamentar varias agresiones a Inspectores de Tránsito en al menos tres departamentos del Interior. La intolerancia contra el trabajador, no es más que una cuenta más en el largo rosario de violencia cada vez más frecuente y mayor en nuestra sociedad. Sea de género, laboral, en el deporte o a nivel de redes sociales; sea verbal, a golpes o con armas, la virulencia desmedida con la que se manifiesta un porcentaje cada vez mayor de personas alarma, preocupa y nos obliga a la reflexión y a la denuncia, a la manifestación de repudio absoluto y a reiterar nuestros puntos expresados no hace mucho, lamentablemente.
1) Crear un ámbito de Dialogo Constructivo con los diferentes actores en cuanto a la Política de TRANSITO, Proceso de TRABAJO, Procedimiento SEGURO y Condiciones para realizar las tareas acordes a las Necesidades.
2) Reiterar nuestro repudio total y absoluto, NO sólo a estos hechos, sino a cualquier tipo de agresión física o moral que cotidiana y cada vez más frecuentemente vienen soportando los compañeros Inspectores en el cumplimiento de su tarea.
3) Que se respete el derecho al trabajo, entendiendo que los trabajadores No están ajenos a la violentización de la sociedad; el escaso respeto al trabajo que realizan y al trabajador en sí, la constante pérdida de valores y, principalmente, la falta de voluntad política a la hora de proponer cambios de fondo, eludiendo las responsabilidades, violando artículos enteros de la Declaración de Derechos Humanos y la Constitución Nacional uruguaya: “Artículo 7°. Los habitantes de la República tienen derecho a ser protegidos en el goce de su vida, honor, libertad, seguridad, trabajo y propiedad. Nadie puede ser privado de estos derechos”.