Cada 5 de mayo se celebra este día con motivo de difundir y dar a conocer esta enfermedad que muchas veces pasa desapercibida.
Las primeras descripciones sobre la enfermedad celíaca datan del siglo II d.C. y fueron hechas por Areteo de Capadocia; mencionaba a individuos afectados por diarreas que empeoraban al ingerir trigo. Recién en el siglo XIX se retoma una descripción de la enfermedad y en 1950 el pediatra holandés Williem Kare Dicke plantea, en su tesis de doctorado, que si se excluyeran de la dieta el trigo, la avena y el centeno, la enfermedad celíaca mejoraría drásticamente. Comprobó que al sustituir estos alimentos por arroz y maíz sucedía lo siguiente: el apetito mejoraba, la diarrea cesaba y mejoraba el estado general del paciente.
Actualmente, se conoce que la enfermedad es una intolerancia permanente al gluten, el cual es la fracción proteica de 4 cereales: trigo, centeno, cebada y avena. Si bien estudios recientes señalan que la avena, en su estado más puro no produce daño, en general se encuentra contaminada con harina de trigo. Desde el punto de vista biológico, el contacto de la mucosa intestinal con estos cereales en individuos genéticamente predispuestos produce un daño de la mucosa, determinado por mecanismos inmunológicos, con diferentes grados de intensidad.
En los celíacos, el gluten ataca la estructura normal del intestino, aplanando las vellosidades e impidiendo que los alimentos puedan pasar a la sangre. Por lo tanto, aunque esa persona coma todo lo que necesite, los alimentos no son aprovechados correctamente. Esto es llamado mala absorción intestinal.
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?
La biopsia intestinal sigue siendo el pilar fundamental en el diagnóstico, es la prueba más fiable y recomiendan “no iniciar ningún tratamiento sin haber realizado el estudio de la biopsia.”
Además de la biopsia intestinal, se utilizan otras pruebas como ayuda: Anticuerpos antigliadina.
El CLUB DE LEONES llama la atención sobre esta enfermedad, promoviendo su conocimiento y la inclusión de los enfermos celíacos a la hora deprogramar actividades alimenticias, para prever que estas personas puedan participar sin consecuencias para su salud.