«Expresiva nota de reconocimiento y homenaje de la diputada Nibia Reisch fue leída durante el elocuente homenaje al ex ministro Jorge Sanguinetti». Por encontrarse en el exterior, la diputada Nibia Reisch no pudo hacerse presente en el emotivo homenaje que el jueves 25 de mayo la Junta Departamental de Colonia le realizara al señor Jorge Sanguinetti, ex ministro de Transporte y Obras Públicas y ex presidente de ANCAP.
Reisch comenzó su actividad política en 1989 formándose al lado de Sanguinetti, y ha tenido desde siempre palabras de agradecimiento y reconocimiento para quien fuera su principal referente a nivel departamental.
Al no poder hacerse presente el jueves pasado, la legisladora del Partido Colorado remitió a la Junta Departamental una sentida nota en la que destacó la trayectoria de Sanguinetti, que fue leía por Secretaría y que señala textualmente lo siguiente:
Colonia, 25 de mayo de 2017.
Señor Presidente de la Junta Departamental de Colonia
De mi mayor consideración
A través de estas palabras quiero expresar a esa Corporación mi beneplácito por tan merecido homenaje al señor Jorge Sanguinetti, un querido hijo adoptivo de nuestro departamento.
Lamento enormemente no poder acompañar a familiares, amigos y autoridades en esta oportunidad dado que me encuentro en el exterior del país, y crean ustedes que esta es la única causa que me impide estar allí con ustedes, ya que de lo contrario no habría barrera que me imposibilitara hacerme presente para participar de dicha muestra de deferencia y reconocimiento. A pesar de conocer el progresivo deterioro de su salud, todos fuimos sorprendidos tristemente por la noticia de su fallecimiento el pasado 5 de enero.
Viene a nuestra memoria nuestro primer contacto con él en la actividad política, en 1989, cuando dábamos nuestros primeros pasos en ese ámbito, en los albores de una tarea en la cual continuamos gracias a su influjo. Jorge, «el Negro», fue para mí y para muchos de los jóvenes a los que por aquel entonces dábamos nuestros primeros pasos en la actividad política, quien nos supo entusiasmar con sus valores y sus ideas, y nos impulsó hacia esa tarea, porque para él la política era estar al servicio de la gente.
En el ámbito personal, él era ya un empresario exitoso y así lo reflejaba la situación de la Fábrica Nacional de Papel, a la que dedicó prácticamente toda su vida.
En la faz política, había formado parte de las autoridades del Partido Colorado en las etapas previas a la dictadura, había sostenido una incesante lucha contra ésta y, finalizada la misma, había tenido el honor y los uruguayos la suerte, de ser propuesto por el presidente Julio Mª Sanguinetti en 1985 como ministro de Transporte y Obras Públicas para el período 1985-1990. Ese año de 1989 en que comenzábamos nuestra actividad, había renunciado a su cargo para dedicarse de lleno a la actividad política -siendo sustituido por el inolvidable Alejandro Atchugarry- pero no sin haber logrado convertirse en el que sería el mejor ministro desde el arquitecto Walter Pintos Risso hasta la actualidad.
Retomó de aquel antecesor el sistema de Convenios que la dictadura había eliminado, e incrementó por ese sistema, por Contrato y por Administración Directa, entre otras fórmulas, las obras en todo país, desarrollando significativamente la infraestructura vial, arquitectónica, portuaria, hidrográfica y social, a partir de los múltiples convenios con instituciones sociales y deportivas, y construyendo, ampliando y manteniendo conjuntos edilicios de la Enseñanza, así como edificios públicos, hogares de ancianos, jardines de infantes y mucho más. Y fue, como se recuerda, el principal impulsor de la Hidrovía Paraná-Paraguay (Puerto Cáceres-Nueva Palmira).
Ese año de 1989 acompañó al Dr. Jorge Batlle, también recientemente fallecido, como compañero en la fórmula presidencial, y luego, siendo ya éste presidente, en el año 2000, “el Negro” fue designado como presidente de ANCAP.
Su predicamento, su infatigable transitar, su visión de futuro, su experiencia en la fax privada y pública, y su don de gentes, lo habían llevado a convertirse en el líder indiscutido del Partido Colorado en nuestro departamento, y hasta el momento nadie se le ha podido siquiera asemejar.
La impronta de su liderazgo permaneció durante muchos años, y permanece aún inalterable, porque no es injusto ni exagerado admitir que, hasta el momento, no ha surgido aún una conducción departamental como la suya. Tuvo éxito en todas sus intervenciones, y fue generoso al atribuir a muchos de quienes lo rodeaban méritos que, en gran medida, eran solo suyos. Eso da prueba de su gran calidad humana, y explica por qué era tan respetado y querido por todos quienes, en menor o mayor medida, lo acompañábamos en su accionar.
Fue un hombre de gran inteligencia y preparación, que todo lo que hizo en la vida lo llevó a cabo con sencillez y enorme honestidad. Fue un indiscutible número uno, elevado a lo más alto por sus correligionarios, pero sin embargo tuvo la virtud de atender siempre a todos, sin hacer distinciones de clase alguna, y supo ayudar a todos los que lo necesitaban o le pedían auxilio, que ciertamente no fueron pocos.
Como ministro y como presidente de una empresa estatal dio una lección y un ejemplo de honestidad, generosidad y austeridad. Era una persona sencilla, amable, instruida, informada. Nunca miró por su interés sino por sus ideales, y en sus últimos años retornó con sencillez a su labor privada, a sus afectos, pero siendo siempre un referente para todos aquellos que nos habíamos formado a su lado.
No debemos soslayar que Jorge Sanguinetti sintió un especial cariño para su ciudad de Juan Lacaze, y señalaba siempre que “nadie puede elegir dónde nacer, pero sí puede elegir donde vivir”.
Por todo ello, por nuestro vínculo como correligionarios, y por la relación intensamente mantenida con él en durante tantos años en la actividad política, podemos asegurar con convicción y conocimiento que hemos perdido a un político honesto, a un gran administrador y a un gran emprendedor.
Pero sobre todo, hemos perdido a un hombre sencillo, generoso y profundamente bueno.
Lo hemos perdido físicamente, pero no se ha ido. Y mucho menos lo hemos olvidado, ni lo olvidaremos jamás. Permanecen aún su recuerdo y su figura inalterables, para guiarnos por la senda correcta que apunte a lograr hacer del departamento de Colonia el mejor departamento del país. Y su voz profunda para recordarnos que el bien y el interés público prevalecen por encima de todo.
Nibia Reisch
Representante Nacional por Colonia