Colonia Noticias

Venezuela «caliente» en un mundo revuelto e incierto

Foto: Radio la Nueva Republica - “El prisionero” por James LeGros.

OPINIÓN – Venezuela está complicada. «No hay peor ciego que el que no quiere ver». Hay muertes, hambre, familias destruidas, barrios, ciudades, andamiajes que no funcionan con normalidad y mucha gente que piensa diferente a la que habría que respetar, como en tantas otras partes del mundo. Y pasa en todo el mundo, y no porque el mundo se halla globalizado; sino que han logrado «globalizar las mentes del mundo». Uno ya tiene sus años y hay cosas que no se las han contado, las ha vivido, otras han recurrido a la lectura a la investigación. Siempre y desde niños nos han querido hacer creer el cuento de «angelitos o demonios», o la teoría de los «dos demonios» de un lado y del otro, alimentadas por un SISTEMA donde el pueblo se pelea entre si, y «con viejos versos – «ideologías» que muchos llaman principios; que ya no existen y son pisoteados -valores- día tras día. Vivimos en el mundo de la mentira, donde la culpa la tiene siempre el otro y donde lamentablemente como antes – ejercían el Poder señores feudales, grandes terratenientes – hoy son huecas filosofías, grandes filántropos -«nuevas eras»- los que manejan el mundo a su antojo: ni de derecha ni de izquierda, solo amantes del PODER, más que de la vida misma. O Ud. no se ha preguntado donde está el respeto a los derechos humanos en Venezuela -hoy- así como en otros países de aquí del Sur y Europa, ¿dónde?….¿derechos humanos? y a los HUMANOS DERECHOS; a los que laburan honestamente, a los que deberían expresarse con libertad y elegir los caminos por los cuales transitar en la sociedad quien los respeta. Cuando la culpa siempre la tiene el otro; estamos «en un brete»; por lo general sin salida, o acaso Ud, no piensa que hay amantes del PODER -enfermos-, porque el Poder es una enfermedad, «un espíritú de codicia», que te lleva a lo irracional muchas veces para lograrlo o no soltarlo.

Y hay de los dos lados -y en el centro también, acomodando la cola según venga la jeringa- conozco a algunos que se rasgan la vestiduras poniéndose la palabra IZQUIERDA en el pecho y muchos que se rasgan las vestiduras escribiéndose la palabra DERECHA en la frente. Una pena, pues tienen la capacidad, el potencial y los aparatos para persuadir las masas a su manera y placer, -despúes alguno por ahi seguro se rasgue las ropas diciéndo que con esto se piensa que se subestima a la gente- Claro que se la subestima, se la acorrala, se la controla, se la va embretando, direccionando; no a todos -algunos y muchos todavia piensan- por allí una hermosa frase, «los pensamientos son libres», que a tantos molesta también; la van haciendo ir a la gente por donde ellos quieren, en lo económico, en lo social, en lo cultural y le dan el lugar en la sociedad que ellos quieren. Así es y mientras lo sean, vamos a seguir pensando, diciendo y sosteniendo; que nos han mentido desde pequeños -el Sistema está creado así- las ideas no son ni de izquierda, ni de derecha; las ideas nacen del corazón y de lo que hay en tu corazón es lo que tú eres capaz de dar por el otro, no por una divisa, un partido o grupo que te lleva a matar a tus semejantes. Porque en estas franjas entran de todos los colores. Sé que no es fácil en estos tiempos…y más donde hay muchos corazones podridos. enfermos de Poder….pero vamos a seguir pensando…porque por ahora «los pensamientos son libres».

LOS PENSAMIENTOS SON LIBRES

Los pensamientos son libres,
¿Quién los puede apresar ?
Vuelan más allá
Como sombras nocturnas.
Ningún ser humano puede conocerlos,
Ningún cazador puede dispararles,
ellos se quedan allí:
¡Los pensamientos son libres!
Yo pienso lo que quiero
y lo que me hace feliz,
Todo en silencio
y como venga.
A mis deseos y experiencias
no me los pueden quitar,
Quedan allí:
¡Los pensamientos son libres!
Aunque me encierren
en un calabozo obscuro,
Siguen siendo inmortales obras
Porque mis pensamientos
destrozan las barreras
y a los muros en dos parten:
¡los pensamientos son libres!
Ahora tampoco quiero
atarme por el amor
ni quiero encadenarme tampoco.
Se puede reír y bromear desde el corazón
Y pensar entonces que:
¡Los pensamientos son libres!

Un poema escrito durante el S. XIX, cuyo autor es desconocido. Es recordado principalmente debido a que fue recitado por Hans Litten, abogado antinazi que litigó contra dicho régimen, lo cuál, finalmente, le costó la vida. Hans Litten dijo en voz alta este poema desde su encierro, poco antes de quitarse la vida, en el campo de concentración de Dachau, Alemania, durante el festejo del cumpleaños número 46 de Adolf Hitler.

Dante Hernani