OPINIÓN – SEGUIMOS CAMBIANDO ORO POR CUENTAS DE VIDRIO Y DAMOS NUESTRA RIQUEZA POR «ESPEJITOS CON BRILLO» – UPM es todo un tema. Y un tema que al desglosarlo no parece estar muy claro. O por lo menos no todos coincidir en cuanto al manejo que se le ha dado al mismo. Las negociaciones parecen haberse acelerado entre el gobierno y UPM para la construcción de la nueva planta -segunda- en Uruguay. En todo este proceso de negociaciones que se han venido llevando adelante, si algo quedó claro -o no bien aclarado-; son las diferencias dentro del propio gobierno, que conllevaron a la renuncia de Andrés Masoller. Esto si es claro, el hombre renunció.
Luego de la misma el ministro Astori dijo que aún se estaba lejos de un acuerdo final. Se vió en todos los medios.
Tabaré Vázquez, a contra-mano, anunció en una entrevista realizada por Radio Sarandí, que el acuerdo está casi finiquitado y que se podría estar firmando la semana venidera. Evidentemente aquí -más allá de las diferencias internas que están- hubo negociaciones (negociadores); parte uruguaya, que apuraron el paso, cumpliendo tal vez con el petitorio del primer mandatario, para quien parece ser de primer orden la firma de este acuerdo antes de finalizar el 2017, mirando un poquito más allá.
UPM es uno -sino el más- de los temas más trascendentes -de cara a lo que se viene parecería ser prioritario- en la agenda presidencial; hoy es el principal estandarte del gobierno y lo más interesante que parece querer dejar para el futuro. Lo que aún se discute -y nadie lo sabe- es el costo -que se entrega y hasta dónde-, el costo – beneficio de una película que se la presenta con un buen «trailers» pero que aún en el argumento tiene muchos claros-oscuros; de cara al futuro y desde las diferentes perspectivas para nuestro país y que el pueblo necesita saber de manera cristalina; esa palabra que se escucha tanto en los discurso y luego parece agrisarse. Por eso UPM, es todo un tema, como lo es; un gran tema; «Maldición de malinche». Por eso, no está tan mal recordarlo, escucharlo a veces; para retrotraernos en el tiempo y ver algunas cosas que hoy se reflejan en nuestro presente.
Dante Hernani