LA COPA DE ORO DEL MUNDIALITO – Mucho más conocida como Mundialito, que albergó a casi todos los campeones del mundo en Montevideo, donde Uruguay les pasó el trapo. Solo con la ausencia – irrespetuosa de los ingleses – quien se opuso a viajar a esta ignota tierra en un fin de año – para que hubieran seis equipos – se invitó a Holanda que revolucionó el fútbol de la década del 70 y acumuló dos vicecampeonatos del mundo consecutivos.
La celeste debutó el día de la inauguración ante Holanda y le ganó 2 a 0 con tantos de Venancio Ramos y Victorino.
Tres días después los dirigidos por Roque Gastón Máspoli con goles de Cascarilla Morales, de penal, y nuevamente Victorino cerca del final sellaron triunfo y pasaporte a la final ganándole a Italia. En aquellos momentos sonaba con estruendo – año 1980 – la estrofa del Himno Nacional “Tiranos temblad”.
Aquel 10 de enero, Rodolfo Rodríguez; Víctor Hugo Diogo, el Indio Olivera, Hugo De León, el Abuelo Martínez; Ariel Krasouski, Eduardo de la Peña, Rúben Paz; Venancio Ramos, Waldemar Victorino y Cascarilla Morales salieron a la cancha.
Como 30 años atrás había sido en el Maracaná fue en el centenario ; 2 -1 final y el Mundialito en casa. Se ganó la Copa de Oro, y después…? que poco se les recuerda. Se levantó la Copa y…desapareció la Copa.
UNA HISTORIA INCREÍBLE QUE HOY PARECE RECUPERARSE
Uno de los que ayudó desde el principio y que tuvo la inquietud de comenzar a buscar fue el exdelegado de Liverpool, Mario Rava, actual integrante de la Comisión de Canchas de la AUF, quien había mostrado su preocupación.
«Con el avance de la investigación se pudo establecer que el trofeo estuvo un tiempo en el Banco República durante la década de los años de 1980, luego en la bóveda de la tesorería de la AUF –que hoy ya está desprovista de valores–, hasta que se pudo dar con el lugar actual: estaba en un cofre fort del Banco Santander de 25 de Mayo y Treinta y Tres, en pleno corazón de la Ciudad Vieja, desde la época en la que Eugenio Figueredo era el presidente de la AUF», contó a Referí el neutral Ignacio Alonso.
La Copa, que fue encontrada a mediados de enero, no está asegurada y no será llevada al Museo del Fútbol, por lo que permanecerá en el banco.
«Hacía muchísimo tiempo que no se entraba al banco porque la Asociación no suele tener efectos de valor manejados dentro de cofres fort. Fuimos con una escribana, el fotógrafo de la AUF, el presidente (Wilmar Valdez), la gerenta general y yo, y corroboramos que estaba allí. Cuando la encontramos, nos acordamos de lo que sucedió con el perro Pericles en el Mundial de Inglaterra de 1966 cuando encontró la Copa Jules Rimet que había sido robada», agregó.