Emprendió su viaje camino a la eternidad este fin de semana, Don Walter Ackerman. Unos en una faceta, otros en otras, pero quienes tuvimos el privilegio de conocerlo -en una u en otra- siempre llevó consigo «la estrella» de hombre honesto, tranquilo, medido, claro y explícito en sus conceptos y apreciaciones.
Se vino de «campo adentro» y se integró -también lo integraron- prontamente en diferentes ámbitos socio-culturales, deportivos por su sencillez, empuje y «capacidad constructiva».
Se fue alguien que nos marcó -a quienes supimos andar a su lado- en algún momento de la vida y que por sobre todas las cosas nos regaló y nos dejó esa imagen que reflejaba, bonomía y lealtad. Que decir. A sus hijos, Silvia, Nancy, Karen, Marisa, Eduardo, Osvaldo, a familiares y amigos…un apretado abrazo en estos momentos. Y a Ud., Don Walter … Gracias,…simplemente, descanse en Paz Presidente.
Alex Hernández