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Peñarol «se paró a lo Peñarol» y ganó 1 – 0

GARGANO TOMÓ LA BANDERA Y CON SUS MUCHACHOS ENMUDECIÓ 50 MILLONES – No era fácil. Tampoco imposible: nada es imposible. Pero nos han hecho creer «muchos pseudos periodistas» que la billetera juega (Tema que trataremos aparte y en profundidad). Vamos al grano. Ganó Peñarol y ganó bien. Vamos al grano.

Una cosa es Peñarol con Gargano y otra sin. Peñarol tiene un «profe de la hostia» que sin su trabajo (Valenzuela); ni 30´ puede llevar a cabo lo que realizó ante Flamengo. Vayamos al grano. Le puede gustar o no pero López es creíble. Ni tan fenómenos unos, ni tan poco los otros. Al fútbol se juega con inteligencia, hay que tener condiciones, fundamentos, sentido colectivo, capacidad para la estrategia; pero aún con eso no alcanza…hay que tener y administrar bien el balón; si no sabes como tratarlo, se te complica. Déficit casi exclusivo de los equipos uruguayos. El slogan parece ser «que la tengan ellos» y cuando la agarro veo que hacemos y muchas veces; «ni idea de que hacer» con eso redondo. Y Peñarol ganó ayer; porque no le regaló la pelota al rival -si una franja de terreno- lo invitó a que le «trajera la guinda a domicilio» y cuando se la quitó la tuvo, no «bartoleó». La quiso a «la nena» -la globa- la cuidó, trató de generar en los momentos precisos, fue ordenado y sin ser fenomenal; le bastó para silenciar al gran Maracaná -que no confundamos, no es aquel de las 200 mil personas- para nosotros en lo personal es demasiado atrevido tildar esto de Maracanazo, pero si de una victoria importantísima y más en estos tiempos.

En líneas generales Peñarol se mostró sobrio, seguro, con personalidad, con la tranquilidad de un buen arquero como Dawson, gran trabajo de Lema -ayer desentonó Formiliano- bien los laterales, mejor Hernández; Gargano «el abanderado» de este Peñarol -líder con y sin balón-; «El Cebolla» con su experiencia ayer en un rol más táctico; Cannobio un gran jugador al que le falta el puntillazo final -dónde los pibes suman y bien-, Viatri entró derecho y convirtió, y con eso; orden, concentración y «faltarle un poquito el respeto» a los supuestos poderosos, demostró que se puede.

Flamengo, un típico equipo brasileño -no vamos a descubrir nada- pero demasiado novelero en esta oportunidad para mi gusto. Debió intentar jugar más; hablar y gesticular menos; tiene muy buenos jugadores como Diego; Gabriel, Everton Ribeiro y Bruno Henrique que aparecieron en ráfagas; el mejor ayer fue Cairo y según especialistas brasileños fue su peor partido en mucho tiempo. Habrá que preguntarse; si por inacción propia o virtudes del rival.

Lo cierto es que el aurinegro se trae un triunfazo y es el líder en su grupo cuando pocos los esperaban.

Ojo! no está clasificado, ni mucho menos. Queda mucho. Vamos al grano…ganó un partidazo y demostró que jugando como jugaron siempre los equipos uruguayos; aplicados, con dientes apretados y arriesgando un poquito; porque siempre hubieron jugadores que saben en Uruguay -los Rocha Venancio, Maneiro, R. Paz; «Cascarilla», los Morena, Victorino…muchos- se puede ganar.